Prologo

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Mi madre salió del cuarto con los ojos rojos, no sé cómo expresar sus sentimientos , el doctor salió  de tras de ella , me miro bajo la cabeza y se fue , yo me dije “ que mierda” ya son varios meses los que he estado viniendo al mismo hospital solo que esta vez mi madre me dijo que era muy importante.

Mi madre me coge del brazo derecho y me mira , baja la cabeza y veo su primera lagrima , es difícil ver a tu mamá llorar peor aún si no sabes porque , sé que he tenido muchos problemas con mi salud pero no creo que tantos para hacer llorar a mi mamá .

-Ma , ¿ qué te pasa? – trato de sonar lo más serio ya que por dentro me estoy cagando de miedo.

- Camina - lo dice entrecortado, las lágrimas les deja pequeñas marcas en sus rostro – vamos al coche-

Camino lentamente por el pasillo blanco hacia la dirección donde dice salida, mi madre aun así sigue llorando y ya me estoy comenzando a molestar. Soy de esas personas que no le gusta que le oculten cosas.

-Ma, por segunda vez ¿qué te pasa? – esta vez lo dijo más firme como si fuera una exigencia.

- Mira Rafael, cállate! Y avanza, en estos momentos no estoy estable para decírtelo, tengo que hablar con la familia sobre esto.-

- ¿Qué? ¿Por qué? – Esta vez no me doy cuenta de lo exaltado que estoy- Dijiste que nadie de la familia iba a saber de esto .-

Te preguntaras ¿Por qué no quieres que tu familia se entere de  que estabas yendo al hospital? Simplemente todo lo rodea en una sola palabra, son sobreprotectores.

- ¡Cállate! Necesito a la familia porque .. Porque necesito que me apoyen, Rafael – que mierda dice mi mamá, ¿qué le apoyen? ¿En qué? En que debería apoyar mis tíos , al fin al cabo siempre son iguales cariñosos solo en la Navidad y ya no hay más cariño, no necesito que mis tíos se enteren de esto .

- ¿Apoyarte? ¿En qué?- mi mamá utiliza las llaves para abrir el coche, entra y sé que debo de entrar- Ma…-

- ¡NO ME ESCUCHAS TE ESTOY DICIENDO QUE TE CALLES! – esta vez me preocupo, sus ojos están rojos y no deja de salir lágrimas, entonces decido callarme, no me gusta hacer renegar a mi mamá, ella es de esas personas firmes y  que te castiga de vez en cuando.

Enciende el motor del coche, coge un pañuelo se seca las lágrimas y pisa el acelerador, trato de no asustarme y la única cosa que me tranquiliza es la música así que cojo mis audífonos y pongo la música a alto volumen.

Estando ya en la autopista mi mamá se ve más tranquila así que decido no pensar en lo que acababa de pasar hace un momento y solo me dejo llevar por la música.

-¿RAFAEL? ¡RAFAEL! – escucho un grito así que volteo la cabeza hacia mi mano izquierda y veo a mi mamá con las cejas cruzadas y algunas arrugas en su frente, reacciono a que me está gritando así que me saco los audífonos y ahora si la escucho.

- Pásame el celular tengo que llamar a tu papa – dice gritando.

- Ma , él te dijo que hoy día iba a estar en una conferencia , así que mejor no le interrumpas –

- ¡CALLATE Y DAME EL MALDITO CELULAR! – Como soy un buen chico, obedezco las ordenes de mi mamá, así que se lo entrego pero dice una palabrota y me lo da – llámalo dile que vaya para la casa, ¡RAPIDO!, y que en la casa hablaremos de todo esto , ¡APURATE!– ya me canse

- ¡YA DÉJAME DE GRITAR! ¿Qué te pasa?, ¿qué te dijo el doctor? para que estés así, habla que ya me canse – mi madre da un freno brusco justo a media cuadra de mi casa, me mira , baja la mirada , tiembla .

 -Tienes cáncer- llora, llora desconsoladamente, no la veo bien pero sé que está llorando por sus gemidos. Nose lo que siento, mi cabeza da vueltas, la miro, me mira, no sé lo que me pasa y después siento que todo se pone negro. 

RAFAELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora