Durante la clase general, todas las alumnas se encontraban centradas en su trabajo, a excepción de una que se encontraba haciendo otra cosa hasta que el timbre sonó.
— Neru, ese no es el trabajo de historia ¿Qué estás haciendo? — Tomó la hoja en la que su amiga estaba escribiendo.— ¿Qué es esto? ¿Notas musicales?
— ¡Devuélvemela! Es muy importante.— Se la quitó.
— No debes estar haciendo tareas de otras materias en otra clase.
— No es una tarea.— Guardó la hoja en un sobre.— Hace días que dije una mentira, es mi única opción viable para beneficiarme y no sufrir las consecuencias.
— ¿Qué?
— Megurine, La Musa, cree que conozco a su autor favorito junto a sus canciones al parecer y no es cierto, sólo hay una única persona que tiene la posibilidad de ayudarme a salir de ésta y tengo que convencerla.
— Oh... — Suspiró.
— No debí haber mentido desde un principio, lo sé.
— Debes de tener cuidado, muchas alumnas aquí son muy crueles. Dudo que Megurine te haga algo, pero si se tratase de otras, no te salvas.
— Tú, ¿Te han hecho llorar alguna vez? — Ella sabía la respuesta, sin embargo había preguntado.
— Tal vez.
— Dudo que hayas hecho una cosa mala como yo, en ese caso quién te haya hecho llorar merecería una paliza.— Se levantó de su asiento.— Ya me voy, nos vemos después, Haku.— Caminó hacia la salida.
— Adiós.— Haku sólo se quedó sentada sin decir nada más.
Neru durante esos últimos días había tratado de encontrar el dormitorio de Miku, y pudo dar con éste, con el número 44, necesitaba llegar a dicho dormitorio sin que se encontrara con ella por accidente. Al llegar al edificio de los dormitorios, caminó con cautela, viendo muy bien a su al rededor, cuando estuvo segura de que no estaba avanzó con el paso un tanto rápido, evitando verse sospechosa ante otras chicas que caminaban cercas, hasta que finalmente dió con éste, estuvo apunto de dejar el sobre hasta que sintió una mano que la tocó en el hombro, con miedo volteó hacia esa persona.
— ¿Estabas dejando acaso un carta de amor? ¿Para quien es? — Esa persona le hablo con una voz un tanto grave, no tenía uniforme con falda como las demás pues usaba pantalón y saco, su cabello era realmente corto, estaba casi segura de que se trataba de un hombre aunque no hubiera alumnos varones en esa academia.
— No... No es una carta de amor, ¿Qué hace un chico aquí?— Al escucharle, esa persona se rió un poco.
— No soy precisamente un chico, además ví que la estabas dejando en mi dormitorio.
— ¿Tu dormitorio? ¿No es acaso el de Hatsune?
— Lo comparte conmigo, la mayoría de alumnas comparten dormitorio con una o dos chicas. Así que tu carta de amor era para Hatsune.— Esa tal compañera no debía de saber la verdad, era arriesgado, no le quedaba otra opción más que volver a mentir nuevamente.
— Sí, sí... Por favor no le digas que fui yo quien se la dejó.— Le entregó el sobre.
— Entiendo, se la entregaré por ti.— Le sonrió e inmediatamente Akita salió corriendo.
Deseaba que no dijera exactamente quién era, pues seguro si se enterara no la leería, tuvo la suerte de que esa compañera parecía ser alguien buena. Fue directamente hacia su dormitorio, no tenía nada más que hacer, sólo esperar hasta las nueve de la noche, porque le había escrito que la esperaba en su dormitorio, el número 67 del mismo edificio, probablemente Hatsune no tiene idea de que ahí se ospeda Akita.
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Mentira Eterna [VOCALOID FANFICTION]
FanfictionEn el otoño del año 1984, una joven llamada Neru, quien es una estudiante nueva en la academia de artes Kousaku, entró tarde debido a una complicación de su enfermedad, sin embargo, por miedo a morir pronto, ella quería hacer todo para cumplir su ta...