La vida de Kyle

Primer dia

Apenas escuche la alarma, me tape la cabeza con la almohada. Ayer habia ido a una fiesta como despedida al increible verano que habia tenido y tenia una resaca importante. Decidi levantarme de la cama porque iba a llegar demasiado tarde ya, me di una ducha rapida y baje a la cocina donde mi mama me esperaba con un cafe y medialunas, amo a esta a mujer.

Mama: - Kyle, llegaras tardisimo y es el primer día!!

- Tranquila ma, ya me voy, cuidate y nos vemos a la noche.

Le di un beso en la mejilla y tambien a mi hermanita Dana y me fui.

Llegue al colegio (tardisimo como era de esperarse) y entre al aula.

- Kyleee! Primer dia y ya llegando tarde, tu nunca cambias-rió

- Hermano, tengo una resaca que no puedo mas, agradece que vine al menos.

Luke es mi mejor amigo desde pequeño, haciamos todo juntos, sabemos todo el uno del otro, tanto que ya asusta en realidad...

De pronto me acorde de que habria tres chicas nuevas y comence a mirar a mi alrededor. Solo encontre dos, una rubia de ojos azules que me miro, me sonrió y siguió haciendose la bonita con un chico. La otra de pwlo negro no parecia muy buena onda que digamos, mas bien era bastante rara, vestia toda de negro y estaba muy seria mirando al frente sin ninguna persona tan cerca a su alrededor. Me pregunté que seria de esa otra chica que no estaba viendo cuando de repente se abrió la puerta del aula.

- Hola, soy Jenn Collins, lamento mucho llegar tarde-empezó a disculparse rápido-es que soy nueva y no encontraba el aula.

Esta chica era realmente linda, tenia pelo castaño, ojos verdes, no era muy alta pero en ella quedaba bien, y su entrada definitivamente me cautivó.

- Ya basta de disculpas, soy Fredd Winson, el profesor de matemáticas- dijo y comenzo a explicarle de que se trataba su materia.

- Profesor, creo que deberia dejarla sentarse o se quedará dormida escuchando sus explicaciones- dije y todos rieron.

- Muy gracioso señor Jordan, ahora por eso deberá mostrarle el colegio a la señorita Collins, en el recreo, claro.- Yo sonreí y le guiñe el ojo a la ojiverde. Ella rodó los ojos. Era verdaderamente sexy.