Introducción

59 6 2
                                    

INTRODUCCIÓN

Antes de comenzar es necesario, saber, que no todo es fácil y que nada se consigue porque sí. Esta historia puede que sea encantadora, dolorosa o simplemente hermosa. Encontré con esto mil maneras de cómo no hacerlo. Mi historia es como un menú variado, siempre hay un poco de todo. Hay tantas decepciones, fases hermosas, tantas rupturas, como reconciliaciones. Con esto quiero enseñar que si puedes cambiar el rumbo de las cosas con otras oportunidades.

(...)

Empecemos...

Noah Un chico de 18 años de edad, alto, típico chico encantador de una hermosa sonrisa, de piel blanca, de cabello negro intenso y súper lacio. Lucía hermosos lunares en su rostro, -oh, al menos a mí me parecían hermosos. Medía como 1m 70cm, no era robusto. Casi siempre vestía de colores negro, ­- y verlo los sábados vestido con traje, era lo más encantador.

-Su personalidad genuina, sentimientos puros, se podría decir que novato en esto del amor. No era ordenado, y menos sabía que sería de su vida.

Masie Típica chica, dulce, melancólica, con un lado oscuro, llena de tantas experiencias. Contaba con 17 años de edad, medía al menos 1m y 62cm, con una figura muy pronunciada, su sonrisa muy perfecta, y sus pestañas que resaltaba el hermoso color de sus ojos. Sus cabellos un marrón castaño oscuro, ojos cafés. Tenía una vida ordenada y muy planteada.

Típica historia, pero no desarrollada como lo esperas. Tiene tantas sorpresas, y mensajes que te dejara en intriga. Muchos aciertos de que no todo lo que empieza, acaba siendo lo que necesitabas al final, pero si al comienzo.

Dos minutos más con esa persona y no dejarla ir, o Dos minutos más para pensar que ya acabado todo, y que necesitas reencontrarte o simplemente Dos minutos más para demostrarte que debes correr abrazarlo, y decirle que nunca se acaba lo que verdaderamente continua.

-Sí, los confusos pensamientos en mi cabeza, y miles de gotas que mojan mi cuaderno. -Jajaja -una risa que resuena en mi cabeza con una voz burlona, diciendo y antes que tenías una vida resuelta. - ¡Calla subconsciente! -

- 12:34 a.m. veo en el reloj de mi Tablet, y se ocurre abrir nuevamente mi cuaderno para escribir mi discurso cuando lo vuelva a tener en frente.

- 12:50 a.m. ¡Rayos! -cuantos tachones, prosigo a escribir la posible carta que nunca leerá. o la posible carta que nunca responderá.

Two More MinutesWhere stories live. Discover now