capítulo 4

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—Continuo caminando hasta mi casa con la interrogante en mi cabeza, -¿quien habrá sido el que me ha llamado por mi nombre?

No recuerdo conocer alguno , lo único que puedo recordar es a ese hermoso rubio, y los tremendo ojos azules que resaltaban con la oscura noche. 

—Llevo  mis manos al morral, y saco las llave. Abro ,en cuanto entro. -Vaya llego la señorita.

—Bendición Mami, y si estoy muy bien gracias por preguntar - llena de mucha ironía.

Masie hija estaba un poco preocupada, no acostumbras a llegar tan tarde. -Pero bueno allí esta la cena, come antes de que se te enfrié.

—Paso por sentarme en el comedor, y me llevo la cena a mi cuarto.

—Solo estoy un poco cansada digo, mientras me dirijo a mi habitación.

<< lava tu plato>> Mi madre.

—Como si nunca lo hago, refunfuño en mi cuarto.

Enciendo mi celular, y cojo mi auriculares, y selecciono mis lista de canciones románticas en inglés para relajarme antes de bañarme.

—Mi madre, jaja no puede ser he hecho un desastre con la cena, jajaja. -observo el relleno de mi arepa, en el suelo, y un poco en la cama, y la salsa derramada completa en mi sabanas.

—No,no mi sabanas no. -subconsciente

—Bien tengo ahora que cambiar las fundas de la cama, recojo el desastre, le doy la comida al perro, y voy por nuevas sábanas.

—visto la cama, y me echo desecha por el cansancio, -apenas es lunes. Musito

Cojo mi móvil, y veo una solicitud en mi instagram. —La cancelo, y tiro el móvil a un lado, y me pongo a leer un poco, leo una especie de un libro de poemas.

—jaja, no me pasa que me digan estas palabras. Farfulló.

Mientras sigo leyendo, recuerdo mi única relación, cuando era rebelde, y obligue literal a mi madre a que aceptara mi noviazgo, porque estaba enamorada. Mi después de él fue fuerte, y muy difícil de  superar, hasta que conocí de un grupo de jóvenes cristianos, y mis expectativas cambiaron radicalmente.

—Es tarde, debo acostarme. Mañana tengo que madrugar.

—Ay no debe ser un chiste, ahora me ruge el estómago. Ahora tendré que prepararme algo. Y lo último que quiero oír a la voz intensa de mi mama que deje de comer de más.

Y si le digo que se me ha caído por descuido es otra sermón más. Y será mas intensa aun si nota que las sábanas nuevas de ayer las acabo de manchar.

—Ire por el cereal cuando este encerrada en su habitación.

Camino descalza para no hacer ruido con mis pasos, -caminando de puntillas.

Cojo el cereal de oreos, y la leche la sirvo en un vaso, cojo la cuchara.

Y marco la milla, en puntillas igual.

—Bien ahora me alimentaré, como dice mi mamá, siento que cada vez que usa esa frase, me compara con Flipy, nuestro perrito.

Termino mi cereal, y dejo el vaso en la mesilla de noche, y apago la luz.



























Hola,¿necesitas ayuda?-me llamo...
—Se quién eres, ¿Noah?
—¿Noah? Soy Max.
Se que eres Noah ayer hablamos y unas semanas antes.

—Ese no es mi nombre, pero bien me gusta así que dejare que me llames así, sólo porque me has parecido linda.
—Y bien es broma, tampoco era tan enserio ese cumplido. Dime algo ¿estas perdida? Nunca antes te había visto por aquí.

Si la verdad no se donde estoy, pero es muy lindo esto.

—Estas en mi lugar favorito, y lo has invadido.

Empiezo a notar como desaparece y aparezco, en otro  lugar.

Avanzo corriendo para ir a lo poco que quedaba de la imagen bonita de aquel lugar.

—Me duele la cabeza me he dado duro con el suelo, -y que rayos fue todo eso.

—Noah a venido a mis sueños.

Two More MinutesWhere stories live. Discover now