nocturnos

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Cuando la noche se deja caer.
Muchos se divierten.

"Ahh Hobi, no tan fuerte", el moreno se aferra a la mesa de la cocina, muerde su labio para callar los gemidos que desean salir tan fieros y necesitados, hace cuanto que no tenían esa cercanía.
Mucho tiempo.
Su esposo está detrás de él empujando tan rudo y delicioso su vigoroso pene, amasado sus caderas para no caer en la locura de su interior, es tan apretado como siempre. Lo deseaba tanto que no pudo evitar acorrarlo de sólo llegar ahí.

Lo empuja más contra la mesa y arremete con más certeza, ese culo se traga bien su polla, tan exquisito.

Hace tan sólo unas horas, los esposos Jung Hoseok y Kim Namjoon, estaban acostando a su pequeño de 2 años, su hermoso y tierno Jimin, la luz de ambos, un bebé que vino sólo para reforzar la unión entre ellos. Pero uno de ellos tenía algo muy diferente a dormír esa noche, pues desde hace semanas que no montaba a su esposo y lo necesitaba, sabía que estaba cansado pero la frustración se hacía cada vez más grande, que de sólo llegar el moreno a la cocina después de una ducha, se abalanzó sobre el, propinandole besos torpes y necesitados.
Diciéndole lo bien que lucía en ese camisón azul bebé, que hacía un tiempo que no le comía la boca como lo estaba haciendo, que llevaban un rato sin jugar en las noches. Su moreno hombre no pudo evitar sentirse tímido, cuando su esposo estaba tocando sus pierna debajo de su fina prenda y decía esas cosas sabía lo que necesitaba y lo que haría; empotrarlo contra cualquier superficie. Que de sólo decirle que estaba igual de desesperado, los besos continuaron.
Todo eso hasta que terminaron follado sobre la mesa.

Namjoon tenía a su esposo apretandolo contra la mesa cada vez más, y no podía estar más feliz, necesitaba esto, sus paredes apretaba tan celosamente, y eso para nada hacia molestar a su esposo, que estaba más que contento arremetiendo detrás de él, con su traje caro desordenado y su corbata a medio sacar, tan sucio, como los sonidos de sus pieles chocando, como la expresión del moreno, cerrando los ojos y mordiendo tan fuerte sus labios, tirando su cabeza hacia adelante, estaban camino al paraíso. Ese pene sediento estaba llevando al moreno por caminos viejos y delicioso.
La escena se hacía más increíble por las palabras del castaño al moreno, si, frases como, "Namjoonie hace cuanto que no me apretabas así, estas desesperado, eres una hermosa perra" o " ¿donde lo quieres nene?¿dentro o fuera?" Que no hacen más que enloquecer al moreno, siendo el mismo quien se empala sobre la polla de su esposo.
Hoseok es un hombre pulcro y elegante, muy generoso y cordial, tan educado, que el hecho de que le hable así pone a mil al de piel bronceada, ama que su esposo sea de esa manera en la intimidad, tomando todo de él sin reparo alguno. No le molesta claro que no, es más se habré aún más, pero el lugar donde es tan llevando tal acto lo asusta un poco.
"Ve más lento, podría despertar" o eso entiende el castaño cuando su esposo balbucea cosas, sabe que se refiere a su dulce ángel que duerme en la habitación a un lado de la suya, aunque no puede hacer nada, lo necesita, necesita el hombre con quien contrajo matrimonio hace unos años y que le dio lo más hermoso del mundo.
Así tan sólo, con algo de molestia por que su esposo trata de empujarlo por que se ha detenido, arremete contra él de una sola estocada fuerte y firme, que sabe hará gritar a su bebé bronceado, antes de que suceda le cubre la boca con su grande mano, eso hasta que una idea llega su cabeza y mete su dedo medio y anular dentro esos esponjosos labios, rosas como los cerezos.
Para mantener ocupada la boca de Nammie, el cual está igual o peor que él de desesperado, apretando su costado izquierdo para que continúe sus errático movimiento. Así una y otra vez, adorando las entrañas de su dulce esposo, hasta que lo siente ligero, y en un arrebato Nam muerde los dedos de su esposo, haciendolo hace gritar, pero no pudo evitarlo, el orgasmo le llego se la nada y tan cruel que sus impulsos fueron más grandes que su conciencia, derramandose en el suelo viendo estrellas fugaces en sus ojos cerrados, agitado y suave.

Namjoon espera a su esposo terminar, con la mejilla sobre la fría baldosa de la mesa respirando cansado he irregularmente, hasta que siente a Hoseok abandonar su interior con un gemido de satisfacción y segundos después, el semen de su esposo derramandose en sus nalgas desnudas y tersas, sonríe soso y cansado, sintiendo a su esposo apoyar la frente contra su espalda, "ahhh joder Nam, hace cuanto que necesitaba esto", Namjoon sonríe y carcajea levemente, porque está igual, "Ahh Hobi, soñe con esto durantes estos días, gracias amor", y cuando el castaño está punto de agregar algo más, un traqueteo los alerta, ambos se separan tan brusco y asustados, acomodando sus prendas a toda prisa. Hasta que la cantaría voz de su pequeño los sorprende.

"¿papi?, ¿papi?", Namjoon, aún sudoroso y recomponiendose, se enfrenta a sus hijo, está justo en la puerta que guía hacia la cocina, se hacerca a él presuroso y acomodando su cabello para que el pequeño no sospeche, "¿dónde estabas? He odio un monstruo, tengo miedo." , ohh Namjoon haría lo que fuera por ese ángelito, sus ojitos llorosos le llenan el corazón de ternura, lo toma entre sus brazos y lo acurruca en su pecho, susurrandole palabras de tranquilidad dejando que su cuerpo por si solo haga sentir cómodo a su bebé, "tranquilo amor, papá y yo iremos a revisar", entonces Hoseok quien se mantenía aún en la cocina acomodando sus pantalones, acaricia los cabellos de su hijo.
Admirando la belleza natural y nata de él, hasta que logra conciliar el sueño nuevamente, chupando su dedo pulgar, tan pequeño y tierno.

Juntos, una palabra que han amado tanto, porque es así como es su vida de ahora en adelante, juntos los tres, después de acostar nuevamente a su pequeño y dejar su lampara cucú en forma de ballena encendida, Hoseok y Namjoon tomaron una ducha, una en donde le siguió una ronda a los sucesos de la cocina, una donde Namjoon mencionó: "No debemos hacer eso tan descuidadamente, es nuestra casa pero minnie aún es muy pequeño", su esposo le había abrazo mientras carcajaba y le recordaba que el no había sido de gran ayuda comiéndole la boca tan desesperado, y ambos se enfrascaron ya en su cama, limpios y cómodos sobre quien había seducido a quien, cada uno alegando contra el otro, hasta dormir, pacíficos y plenos, sabiendo que si la confianza era mutua y el amor por igual, todo marcharía bien.

Eso, hasta que....

Hoseok soltó un....



"Debemos tener otro bebé"

Recibiendo un almohadaso de Namjoon casi dormido.








Es tarde y estoy actualizando, pero si no lo hacía es este momento, no se cuanto más duraría.
Los errores algún día será corregidos.
Gracias.

noche~》hopenamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora