Efecto secundario del poder

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Hay gente a la que no se le puede dar poder por que se marea. Compañeros de trabajo a los que no se pueden promover, porque se les sube la soberbia. Gente a la que no se le puede dar atención, porque pierde piso muy fácil.

Es, a veces, triste observar cómo una persona que solía ser aterrizada, que solía ser normal,  se vuelve una persona totalmente diferente cuando se le deposita una onza más del poder que puede manejar.

Quizás usted sepa de casos, o recuerde entre sus amistades, aquellas que solían ser buena gente.  Atentos, de buen corazón, pero nada más empezaron a ganar un dinerito extra, consiguieron  un puesto importante o se hicieron de nuevas amistades. Y ahora no los calienta ni el sol. Ahí andan que ya ni saludan. Despectiva, soberbia, crecida. Gente que pareciera que no se acordaran quiénes son y de dónde vienen.

Si usted conoce gente, que al primer indicio de poder vender sus principios, sus valores y sobre todo su brújula moral, el día de hoy les quiero compartir tres valores que debe aprender antes de merecerse ese poder:

#1- La lección de la humildad. Nadie está tan vacío  como aquellos que están llenos de sí mismos...

Michelle Obama dijo alguna vez. *Ser presidente no cambia quien verdaderamente eres, pero si lo revela*.

Si usted quiere conocer la influencia de una persona dele influencia. Dicen que el poder cambia la gente,pero quizá lo único que hace es, revelar quien siempre ha sido. Gente que de la noche a la mañana se cree con el derecho de pisotear a otros, no es más que un payaso al que le quedó grande el circo.

#2- La lección del agradecimiento. Nadie que haya conseguido la grandeza, la ha conseguido solo. Logran su cometido y se olvidan de todos los que los apoyaron cuando nada tenía. Cuando lleguen las bendiciones a su vida, recuerde: agradezca y retribuya a quien lo apoyó cuando nadie más lo hizo; a quien lo enseñó cuando nadie más se dio el tiempo, y a quien le prestó sabiendo que no tenía con qué  pagarlo.

#3 -La lección del servicio. Triste es ver gente que se sube a un ladrillo y se marea pero más triste es ver cómo  hay gente influyente que pudiendo hacer mucho por los demás, lo hace solo para sí mismo.

Si la vida le trae crecimiento, disfrutelo y gócelo, que se lo merece. Y sí,  uno debe festejar los triunfos, pero si quiere verdaderamente saborear los frutos del poder, póngalo al servicio del prójimo y en manos de Dios, solo para la defensa de buenas causas y verá cómo  la vida le retribuye con mucho más.

La gente a veces confunde arrogancia con grandeza, pero recuerde las palabras de Agustín de Hipo:

*La soberbia no es grandeza sino hinchazón y lo que está  hinchado parece grande pero no está sano.

Espero que Dios le mande poder e influencia a la gente de buen corazón, porque cuando el poder del amor supere el amor al poder, el mundo verdaderamente conocerá la paz.*

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⏰ Última actualización: Sep 28 ⏰

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