Los días pasaban y Lydia se sentía un poco aburrida, su amigo por alguna extraña razón ya no parecía estar en su casa, Ly comenzaba a preocuparse, pero su madre le había dicho, que sus vecinos había tenido un viaje repentino.
—Cariño— habló su padre, distrayéndola, mientras observaba detenidamente por la ventana.
—¿Si?
—Ven aquí—señaló su padre, para que tomará asiento al lado de ella —veamos de nuevo, la guerra de las galaxias que tanto te gusta.—animó su padre.
—Hoy no papá, no tengo ánimos— respondió melancólica. La guerra de las galaxias, solo le gustaba a su padre, ella lo veía para complacerlo a él.
—Uhm—su padre se quedó pensando en como podía hacer feliz a su hija—¿quieres ir a jugar ajedrez con tu padre?
—Con Harry solo es divertido.
—¿Quieres ir a comer helado de fresas?—inquirió su padre sabía que una proposición como esa ella no se negaría.
A Lydia se le iluminaron los ojos, ese era su postre favorito, no había nada mejor que helado de fresa, para subir su ánimo. Subió deprisa a cambiarse para bajar muy alegre, ella y su padre salieron muy contentos de camino a la heladería preferida de ellos dos.
Estuvieron toda la tarde muy contentos disfrutando de la helado que tanto amaban, pero aún así no pudo evitar pensar en ell cumpleaños de Harry y no pudo celebrarlo con él como todos los años.
(...)
Una pequeña parte de Lydia se había roto, al ver que su amigo no regresó a tocarle la puerta ese verano, rompiendo la promesa que él le había hecho. Sintió tanto rencor por aquello, que se prometió no volver a buscarlo más nunca.
Ese día se mostraban un poco preocupados sus padres, caminando de un lado al otro, una curiosa carta había llegado por la mañana, se despertó y no por su alarma, sino por los sollozos de su madre, había bajado sigilosamente, esperando oír mejor la conversación de sus padres, pero estos habían escuchado los pasos de su hija, porque si para algo, era precisamente mala, era para actuar sigilosamente. Ly, bufó, era obvio que sus padres sabían que ya había despertado.
—Buenos días princesa—habló su padre, fingiendo estar bien.
—Qué está pasando no soy tonta— se Cruzó de brazos Lydia.
—Nada— dijo su madre velozmente, pero, su padre la miró represivamente.
—Qué dices si te digo, qué te aceptaron, en un colegio, algo raro, pero con habilidades especiales como las tuyas de gran intelecto, pero queda muy lejos de aquí— dudó su madre con miedo a la respuesta de su hija.
Lydia la invadió el miedo, ella no era nada sin sus padres, tenía una gran dependencia emocional, era muy temerosa del mundo exterior, Harry le había enseñado a confiar más en este, él también era parte de su soporte emocional.
—No—negó—no iré a un lugar tan lejos, solo para estudiar, aquí estoy bien—refutó. —Me quieren abandonar—dijo entre sollozos.
—¡No!—exclamó su madre para luego abrazarla—nunca te abandonaría mi amor. NUNCA—finalizó su madre para darle un pequeño beso en su frente.
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La hija de Voldemort
FanfictionEstá historia, se desarrolla en el quinto libro de la saga 'Harry Potter'. Relata sobre una adolecente de apenas 15 años, que da un giro de 180° su vida al descubrir sus origenes, y que sus padres son adoptivos, La protagonista, Lydia, al llegar a...