Hospital.

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El hospital.
Desperté en un hospital, no recuerdo nada más de aquel día como si alguien hubiese entrado a mi cabeza y hubiera borrado mi memoria, sólo tenia recuerdos vagos, estaba en cama y con muchas cosas conectadas a mi cuerpo, como si se tratara de un experimento, como si fuera un puto conejillo de indias, rápido quite todos esos cables de mi cuerpo, arranque un cateter aunque este doliera, trate de levantarme mientras gritaba.

- Elenaaaaaaa! Jiiiiiiiiiiiiim! Mamaaaaaaá, papaaaaaá!....... - Pero mi cuerpo dolía y no podía siquiera sostenerse, sentía como si mis huesos fueran simples vidrios tratando de cargar alguna aleación de acero inoxidable, caí al suelo por el dolor horrible en todas partes, me dolían hasta las pestañas, sin exagerar ni un poco, el cuerpo médico entro de inmediato y me ayudaron a acostarme, un enfermero se acercó

- ¡¿Donde esta mi familia!? – Le pregunté desesperado.

- Era un chico muy joven y parecía un poco inexperto, tal vez no supo muy bien como actuar.

-Ss ss se señor debe calmarse, de deme un momento para llamar a la doctora… - Al decir eso pensé: el joven o es nuevo o algo realmente malo paso...
La doctora llego unos minutos después con una cara de miedo.

- Señor León, esto no será para nada fácil de digerir, ni es algo sencillo para mi decirlo…
Yo sólo pensaba en ¿que pasa maldita sea, que pasa? Tratando de gritarlo, pero mi cuerpo no respondía, mi cuerpo estaba congelado por el miedo, esa sensación de adrenalina que hace que tu corazón comienza a latir a mil pulsaciones por minuto, sólo me quedé ahí, aterrado,  esperando su respuesta, sudando en frio, mi cuerpo está ardiendo como el mismísimo infierno y cada gota de sudor que caía se sentía como un cubo de hielo resbalandose sobre mi piel.

- Señor León, sus padres, su esposa y su hijo fallecieron hace 2 meses en el accidente de la carret……………….- Seguía hablando, yo sabía que ella seguía hablando pero no podía entender lo que decía, ¡no lograba distinguirlo!.
Después de escuchar lo inevitable, en un solo segundo deje de escuchar la voz de la doctora como si la hubiera silenciado con un control remoto y de nuevo, una vez más todo se puso en blanco y apareció ese sonido

- ¡piiiiiiiii!-.  Ese puto sonido de nuevo.

– piiiiiiiiii-. sentí como mi cabeza daba mil vueltas y no pensé en nada , sólo me quedé ahí, viendo la nada , tratando de pensar que todo era un sueño, que todo era una mentira, una patraña… pero no, no era más que cruda realidad, un valde de agua fría en pleno invierno, yo acababa de perder a mi familia hace dos meses y todo este tiempo estuve durmiendo…

Al día siguiente mientras descansaba recostado, me encontraba viendo hacia la ventana , a mi lado izquierdo había un sujeto.

- ¡Quiero unos malditos panqueques con miel de abeja! ¡Quiero unos panqueques! Con miel de abejaaaa! . - Decía el sujeto.

Lo decía con voz baja , como si le costara trabajo hablar, como si fuera un adicto al que le cambio su tono por culpa de las drogas.

En ese momento entro la enfermera a llevarme el desayuno mientras me decía que tenía que comer o podría sentirme mal, realmente no le preste mucha atención y le mencione que yo no tenia hambre, pero el tipo de a un lado me tenia arto por que quería unos panqueques , ella me dijo que no había nadie al lado, que unas semanas antes que yo despertara el hombre de a un lado había dejado el hospital (había fallecido), la enfermera me menciono que es algo normal tener alucinaciones por los tranquilizantes , que probablemente era eso. La enfermera salio de la habitación.

- ¿Es curioso sabe?- Lo dijo con un movimiento de cejas como si estuviera confundida.

– Al señor Lucas le fascinaban los panqueques, especialmente con miel de abeja, ¿como fue que usted lo supo si nunca lo conoció? – Lo dijo con un tono curioso

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⏰ Última actualización: Jun 12, 2019 ⏰

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