Sigla: G

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Disparador 3: Lograré que las personas comprendan, lograré que nos acepten.

Es difícil que la sociedad te acepte cuando te consideran diferente a ellos y piensan que estás solo, pero no por ello debemos cambiar ya que ser diferente es lo que nos hace únicos y especiales; además todas aquellas diferencias que marcan según el tiempo son superadas por el mismo y con esfuerzo por lo que yo no me rendiría ante una caída, bueno varias en realidad, para el proyecto que quería realizar ya que tenía fe en que al final podría realizarlo y sería todo un éxito.

- ¡Liam baja a desayunar ya es tarde! -escuché el grito de madre desde la planta baja sacándome de mis pensamientos por lo que levanté apresurado y emocionado por la nueva idea que había maquinado en mi mente aunque era arriesgada, pero no reza el dicho que "el que no arriesga no gana", pues eso haría.

Saludé a mi madre con un beso en la mejilla mientras me sentaba a desayunar y pensaba que sí iba a continuar con lo que pensaba hacer debería empezar por conseguir el apoyo de mi familia por lo que antes de ir a mi instituto le dije a mi mamá que por la noche hablaría con ella y mi papá.

Cuando llegué al lugar donde estudiaba me reuní con mi grupo de amigos para conversar del trabajo que teníamos que presentar en tres días, mientras tanto los analizaba a cada uno y me preguntaba cómo reaccionarían cuando les contara que era gay, de las cinco personas, entre los que habían tres mujeres y dos hombres, que tenía enfrente en grado de malas reacciones los primeros lugares eran ocupados por mis amigas por la educación conservadora que habían tenido.

Suspiré un poco triste pensando aquello no podría salir bien.

- ¿Estás bien? -Me preguntó Roxanne.

- Si lo estoy -le respondí-, ¿puedo hablar en el receso contigo? -Le pregunté luego con impulso de valor.

Ella asintió con una sonrisa. Ojalá la mantengas después de lo que te voy a contar pensé.

Y tal como le había pedido ambos separamos de nuestro grupo en el receso para conversar. Ella me miraba expectante y yo sentía que las manos me sudaban por los nervios, no sabía cómo empezar lo de le iba a contar ¡No había planeado nada! Solo sabía que eso era lo que quería hacer, sentía que era tiempo y además claro por el apoyo que necesitaba.

- No te agobies, solo dilo -me dijo mi amiga tomándome de la mano.

Asentí a sus palabras y le solté aquello que hasta hace unos meses nadie sabía:- Soy gay.

Gracias a que me tenía tomado de la mano sentí cuando se tensó y obligándome a apartar la tristeza de mí y mantuve mi mirada en ella, para mi sorpresa luego del shock inicial me sonrió y abrazó por lo que me sentí afortunado en ese momento de tenerla como amiga y a la vez entendí que no importa como hayas sido criado el cariño por las personas que eran importantes para ti te harían apoyarlos sin importar qué.

Roxanne me ofreció su apoyo para decirle al resto del grupo si aquello era lo que quería y le dije que sí pero que quería hacerlo solo, ella asintió aceptando mi decisión aunque parecía no hacerle mucha gracia lo que me hizo sonreír ya que era evidente su preocupación por mí.

El resto del día transcurrió de manera tranquila hasta que al salir a las seis de la tarde regresé a mi casa junto a Derik ya que vivía a unas calles de la mía.

- Este... Te puedo preguntar algo -dijo mi amigo a lo que yo asentí-, ¿qué paso contigo y Rox en el receso?

Sonreí ante aquello ya que desde hace un tiempo sospechaba que a él le gustaba ella y lo que pregunto solo lograba rectificar mis sospechas pero entonces se me ocurrió una idea, no había planeado contarle aún a Derik que era gay pero él momento se había presentado y yo lo aprovecharía.

De gustos y coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora