Sigla: L

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Disparador 3: La gente dice que amar es un pecado ¿Es acaso el amor algo malo? Si por quererte voy a ir al infierno, que sea contigo, siempre.

Muchas veces nos arrepentimos de tanto a lo largo de nuestra vida pero... ¿Arrepentirse de amar? Creo que si alguien se arrepiente de ello es porque está totalmente mal de la cabeza, literalmente hablando, claro; porque si amaste de verdad cómo arrepentirte de ello independientemente de si la historia terminó bien, mal o continua, amar es uno de los sentimientos más hermosos que cada ser humano puede experimentar y del que ninguno y bajo ninguna circunstancia debe negarse a sentir o debe privarse.

¿Pero cómo privar a alguien ese derecho? Sencillo, la sociedad siempre nos has establecido parámetros con los que muchas veces nosotros estamos de acuerdo si es a nuestra conveniencia pero si no lo es pues estamos en fuerte dilema de seguir lo impuesto o "rebelarse", algo absurdo e hipócrita pero cierto y desarrollado según el ambiente de la persona, problemas como la religión, edad, costumbres, nacionalidad, color de piel y sexo son las más comunes; yo me encuentro en el último grupo.

Mi nombre es Lyra Annabeth tengo diecisiete años y pues estoy enamorada, situación que no sería un gran dilema si la persona de la que me hubiera enamorado no fuera una chica. Para mí no supone ni es un gran problema, para mis padres, sus padres, la sociedad en su mayoría si, y da gracia que hasta lo vean como algo malo porque amar no es malo y no lo digo porque sea joven y esas cosas, no, lo digo porque siento que puedo luchar contra todo y todos no por ella ni para ella sino junto a ella y sé que Laia se siente exactamente igual.

— Solo piénsalo Lyra, no lograras nada si sigues por ese camino —escuche decir a mi madre por enésima vez desde que se enteró de mi relación tratando de darme a entender que aceptar la propuesta de unirme a un internado en el extranjero sería bueno; recuerdo que aquella vez que se lo conté ella estaba tan estupefacta que pensó que era una broma hasta que entendió que no era y pues el "infierno" se desató.

Yo sabía que tanto problema no era de su parte si no de parte de mi padre y su familia ya que ellos eran muy, muy religiosos y no querían que yo tomara el "camino del mal", según ellos aún estaba a tiempo y podía arrepentirme porque el amor que yo sentía no era normal, no era sano, no era correcto, para ellos lo que yo sentía era un pecado; pues bien pecaría hasta el final de mis días junto a Laia.

Mis padres no me enviarían a la fuerza a otro país, no llegarían tan lejos, o eso esperaba yo, pero tampoco estaban contentos conmigo y lo que hacía.

"El tiempo ayudará, el tiempo cura las heridas y el tiempo los hará entender" me decía Laia cuando sentía que todo me sofocaba, muchas veces creí que ella pensaba que yo me echaría para atrás con nuestra relación e incluso una vez me lo insinuó pero yo le demostré que no sería así. La amaba demasiado como hacerle eso y nunca me arrepentiría de mis acciones.

Ser lesbiana no era malo ni nada extraño pero en mi mundo pequeño era visto así.

Suspire.

— Madre, ya te dije que no cambiaré de opinión, no dejare a MI novia y tampoco quiero irme a otro país... ¡Por dios, enviarme a Nueva Zelanda no cambiará nada! —le grite algo exaltada— Los quiero y los amo, pero también la amo a ella y no importa cuánto diga la familia de mi padre que está mal sé que tú y él no lo ven —o eso esperaba— de esa manera porque ustedes lucharon por su amor aun cuando su familia se opuso por tu color de piel, ustedes permanecieron juntos y eso hare yo.

Mi madre me miraba con lágrimas en los ojos mientras negaba, sabía que estaba teniendo un momento difícil recordando como la familia de mi padre que era blanca habían puesto mil y un trabas en el camino de ambos para impedir que estuvieran juntos sin embargo aquí estaban ellos y del mismo modo yo que era producto de aquel amor.

— Sé que es difícil de creer pero si es como yo pienso y tengo fe que es así ellos están equivocados, Dios ama a todos y sé que no me juzgara por amarla a ella, porque es amor, y de no ser así ya no me importa la amo y te repito lo que dije días atrás si sentir esto es pecado con gusto pecare.

Mientras ella analizaba mis palabras pensé en todo mi infancia y lo feliz que había sido sabía que obtendría esa felicidad a lado de Laia, por lo que cuando vi a mi madre asentir un enorme alivio se situó en mi pecho— Tienes razón amor, no te digo que ya lo aceptemos, nos costará hacernos a la idea pero te prometo que más pronto de lo que esperas podrás traer a tu novia para una cena —me dijo antes de retirarse y dejarme sola mi habitación.

Cuando la escuche cerrar la puerta suspire de alivio, muy dispuesta y todo estaba por luchar por mi relación pero eso no significaba que no me iba a doler si mis padres no lo aceptaran, porque yo sabía que ellos no eran malos y que el amor que me tenían podría con todo.

Tome mi celular decidida a enviar un mensaje a mi novia por suerte la respuesta fue inmediata.

Yo: Tenías razón el tiempo ayudará en todo <3

Sabía que al final me aceptarían, soy y seré la mejor nuera ;): Amor
 

  
     
       

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