HOLY TOWN

CAPÍTULO 2

REGRESO A CLASES

Bienvenida wall a lo que te obligan a llamar segundo hogar.

No dudo en decir que jamás he sido la mejor y odio mucho esa escuela a la que debo asistir, no tengo motivos para destacar, mi familia me presiona para que sea la mejor, pero su apoyo es decirme que soy una estúpida que nunca va a obtener títulos profesionales, bla bla y toda su charla.

Lo más asqueroso de todo esto, es que muy pronto personas con que compartí toda una vida se van a graduar, yo perdí el año escolar y no puedo remediar ni un solo acto por la cual pagan las consecuencias de mi flojera, irresponsabilidad y procrastinación.

Llegué al salón por un segundo tarde, la tutora ya se estaba presentando, una señora que aparenta 30 años.

Y hace esa pregunta que a nadie le importa.

-¿quienes son nuevos?
-¿quienes están repitiendo año?

Debía alzar la maldita mano para iniciar una presentación para los que me acompañarán por el resto de año, observando por los al rededores una cara bastante familiar me llamó la atención , se trataba de Nicholas Bennett, no me esperaba ver a alguien con tanto dinero en una escuela como a la que asistía, la verdad me imaginaba que los profesores iban a ellos en la comodidad del dinero. Después de observarlo detenidamente se fijo en mi, chocamos miradas,no me resultó incomodo, su gentil mirada de ojos cafés claros se quedó en mi por unos segundos.

Después de dos horas escuchando la aburrida charla de la tutora y demás compañeros salimos a un simple reposo.

Reviso una de las ventanas y observo la camioneta.

Escuche pasos que rápidamente se acercaban a mi junto unos jadeos, volteo la mirada y era nicholas, Nicholas Bennett, tenía muchas dudas y tal vez hablar con él no sería lo mismo que conversar con venus.

-¿Quién interrumpe el silencio?

-disculpa, tan solo quería hablar un poco contigo.

-¿para que quisieras?

-miró la ventana y luego me miró a mí - ¿hace cuantos días te está siguiendo?

-(noto algo, mira en seguida a la ventana eso significa que no sólo ese hombre me está siguiendo, el debe de saber más para llegar tan directo al tema) -- Desde ayer pero...

-Disculpa incomodar hablando tan directo es que, vi la camioneta cuando salias de casa y ahora la vuelvo a ver tenia curiosidad.

-Muy bien, chico listo, ¿que haces acá? No te estoy pidiendo que te vallas, pero se supone que los Bennett son muy adinerados, creo que hasta tu podrías mandar a tus profesores.

-tal vez tengas razón, pero prefiero convivir con gente de diverso pensamiento, y al igual que tu paso mucho tiempo solo y no es muy agradable siempre.

-hasta cierto punto, tienes razón.

Al pasar el tiempo sonó la campana.
el momento más esperado del día, al salir me encontré con la misma sombra de anoche, si, era un hombre, mientras más me distanciaba más lo sentía cerca, ya me preguntaba ¿quién era? Me comenzaba a estresar.

Adelante mi paso como pude trate de ir a la residencia Van Dort, asomada en una de esas ventanas se encontraba kimberly.

-Wall, ey! Por acá!

Tan solo me acerque y a punto de abrirme la puerta el sujeto que me seguía venía corriendo hacia mi, la señora emmilie me abrió la puerta y me dejó pasar, esta vez pude ver que ese sujeto tenía una máscara de lobo, fue un poco escalofriante.

-Muchacha,¿ no te da miedo?

-estoy acostumbrada señora. ¿A que me llamaban?

-Tu madre llamó, no se como consiguió mi número, me pidió que ahora te cuide yo a ti.

- Genial, pero no me voy a amañar.

-No claro que no, tan solo serán unos días,no te vas a mudar a esta casa.

Tras pasar unos minutos cuando más hablaba con emmilie sobre lo que estaba pasando y cómo ella sospechaba de ciertos negocios de la familia Bennett llegó Amber, una cara pálida, bastante normal en ella, con una mirada escalofriante para cualquiera, como era de esperar se acerco a mí.

-¿Vas a seguir a la habitación?

Accedí y me llevo a su linda habitación en donde se encontraba una repisa llena de libros, una cama pequeña y muchos peluches.

-jamás había entrado.

-podemos hacer lo que quieras.

Pará acercarme a la ventana me tropese con algo, ¿por qué un libro me aria caer?
Ah... Era una biblia.
Espera. ¿Van Dort con biblia?

Le señale la ventana a amber, explicándole sobre el sujeto, que de hecho, estaba observando.

-Quiero desaparecer a ese tipo.

Procedió a llamar a alguien a escribirle, ¿a quien? ¿Quién vendría? Seguía viendo la ventana y el sujeto no estaba fuera de la camioneta.

De repente Sentí un fuerte golpe en la cabeza.
Fue lo último que recordé.