Casi por inercia le abrazo, nunca tengo la ocasión de reencontrarme con aquellas personas que compartieron un ínfimo instante conmigo.
-¿Cómo has acabado aquí? -le miro directamente a los ojos. Había pasado de ser un criado a ser un soldado, tal y como me había pasado a mi.
-Me dispararon en el estómago. Los de arriba se dieron cuenta de que tardaría mucho en recuperarme para volver a luchar, así que decidieron meterme aquí- traga saliva y continúa-. De verdad, me alegro muchísimo de verte, no sabía que habías sobrevivido a...
A Cronos le interrumpe un fuerte chillido de alguno de los hijos de Ariadna y Atticus y tenemos que bajar corriendo, sin que me dé tiempo a responderle. Cuando llegamos, todos estaban sentados en una gran mesa en el comedor, bebiendo vino. Ares, a quien parecía que el alcohol le había subido muy rápido, nos pide que limpiemos la comida que su hermana Flora había escupido en el suelo, mientras su familia y los invitados ríen, asintiendo con la cabeza.
Al lado de la pequeña está el televisor más grande que he visto nunca. En la pantalla aparecían las noticias, cosa imperiosamente rara debido a que siempre apagan el televisor cuando mis amigas o yo entramos en la sala. Pude escuchar perfectamente las palabras "rebelde" y "revolución"; al parecer, un pequeño grupo de disidentes habían decidido piratear el canal de noticias para emitir un comunicado con el afán de hacernos ir en contra del sistema y así unirnos a ellos. ¿Cómo habrían desactivado el collar? ¿Cómo habían siquiera salido de la fuente de miseria en la que se habían visto inmersos?
-Helena, queremos que lo hagas tú -dice Ares al borde del coma etílico.
Todos en la sala miramos a Helena, aunque los criados lo hacemos con tristeza y rabia. Nadie se merece asumir semejante castigo con la cabeza gacha, pero si queríamos sobrevivir y finalmente escapar para construir un futuro mejor, teníamos que hacerlo.
Helena se agacha en el suelo y observa detenidamente los restos de comida con una clara mueca de asco. Aproxima su boca y da un pequeño mordisco, pero no pudo más, su cuerpo acabó expulsando las tartaletas en forma de ácido involuntariamente.
La familia y los invitados se miran llenos de furia y asco. Atticus le grita algo a Helena que no entiendo y nos obliga a subir a nuestra pequeña habitación gris con el rostro rojo de ira..
-¿Por qué le ha tenido que tocar a ella? -le susurro a Pandora, llena de dolor.
No contesta, solo me mira a punto de entrar en llanto mientras la oigo hiperventilar. Nos hacemos una idea de lo que le puede pasar a nuestra amiga y pedimos mentalmente volver a verla con vida. Me giro hacia los chicos y miro en concreto a Cronos para hacerle saber que le recuerdo a pesar del dolor.
-Lo siento por lo de vuestra amiga... -dice Cronos con un tono cargado de empatía, aunque muy serio.
Su amigo Apolo consuela a Pandora, quien siempre ha sido capaz de expresar sus sentimientos más fácilmente y sin reparo. Yo, por el contrario, intento no mostrarlos a pesar de que la pena me inunde.
-No es el momento pero... ¿Cómo has llegado hasta aquí después del último combate? -dice Cronos mientras se sienta a mi lado con curiosidad aunque también con el fin de hacerme olvidar la tortura que seguramente esté sufriendo mi amiga.
El combate viene a mi mente de forma borrosa. Tengo presente que nunca me gustó el asesinato, y menos si mis víctimas serían aquellos que luchan contra este régimen para optar a tener una vida mejor; y ese día no fue distinto. El campo de batalla estaba cargado de minas y coberturas para evitar las balas de los rebeldes, quienes a su vez tampoco querían matarnos. El último recuerdo que tengo de ese día es una ametralladora en mis manos y mucha sangre.
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Utopía
Teen FictionEn un lugar en el que el capitalismo exacerbado ha prohibido a los seres humanos dormir, llegará una rebelde entrenada desde que era niña para acabar con todo aquello que oprime a los ciudadanos de Utopía.