Saint Seiya: La historia secreta de Excalibur

4. Excalibur ha nacido

El asesino amenaza al Patriarca con su brazo derecho y dice:

-Si quieren conservar sus vidas, será mejor que me dejen ir con el Patriarca, ha, ha... -,

Se escucha una risa proveniente de detrás de la máscara. Aioros expande su cosmos así revela su poder y ataca al asesino. Pero el asesino no siente ningún miedo y fácilmente evita el cosmos. Después de ello el asesino apunta al Patriarca con su mano derecha.

-Ah! -

Shura no logra tomar ni un suspiro. Ares caído en el suelo, se levanta y grita:

-Aioros, todo depende de ti!!-

Entonces Aioros responde:

-¿Has visto a Saga? -

-¿Que? -

En un segundo, la mano que estaba apuntando al Patriarca baja, y logran ver el movimiento del cabello del asesino. El Patriarca le ordena a Shura:

-Shura, lanza tu mano cortante-

En un instante, Shura cambia su mano como una espada, apunta a la mano derecha del asesino y aparece un resplandor.

-¡¿Whoaaaaa?!-

Shura no puede controlar por completo su mano cortante, el solo movió su mano como pidió el Patriarca. Mientras el poder se liberaba, el Patriarca se alejó de la mano cortante. Aun así, ese poder era grandioso. La mano cortante de Shura logro herir la mano del asesino,

-¡Ahh! -

Por la ira, unas cuantas gotas de sangre surgen de la herida.

-Que, ¡¿qué?! ¡¿eso fue?!-

Aioros rápidamente dispara dos golpes a la velocidad de la luz como flechas hacia el asesino. El asesino quien, ha mostrado debilidad, no logra evadir el ataque. La parte del hombro derecho de las escamas logro ser golpeada por Aioros, pero no logro destruir las escalas creadas por Oburo, la parte del hombre solo se ha desgarrado. El asesino no tiene tiempo de llegar a su postura de combate cuando Shura se dispone a atraparlo así que salta. Aioros mientras protege al Patriarca sigue peleando.

En el aire el asesino lanza un ataque a Shura, pero pierda el equilibrio y Shura logra caer en pie. Ares también se levanta, los tres confrontan al asesino. Aioros se encuentra frente al Patriarca para protegerlo, mientras expande su cosmo. Al asesino no le queda alternativa más que rendirse. El asesino se encuentra ante dos Caballeros Dorados y un Caballero de Plata, además de uno que alguna vez fue Caballero Dorado, no puede enfrentar a los cuatro, sería demasiado tonto. El asesino gira y salta hacia una ventana. Con el sonido de los cristales rotos, el desaparece en la oscuridad de la noche. Shura se dispone a perseguirlo.

-¡Shura, olvídalo! -

-¡Que! -

-Está demasiado oscuro afuera... si vas tras él podría atacarte y derrotarte-

-Tiene razón-, dice Ares escuchándose las palabras del Patriarca, y también viendo los ojos de Aioros quien también quiere ir, pero debe obedecer,

-Entiendo. ¿Entonces quien será ese asesino? -

-Seguramente debe ser uno de los sirvientes de Poseidón, pero... -,

Aioros pasa su mano por su cabeza mientras dice esto. Ares no da respuesta alguna.

-Aioros, Shura-

El Patriarca inclina su cabeza en señal de agradecimiento.

-No fue nada, Patriarca-

-Cierto, no fue gran cosa-