Una vez dentro conseguimos hacernos con las cámaras como siempre, mi padre un maravillosísimo informático (de los mejores he de decir y no porque sea mi padre) consiguió cargarse todo el sistema.
Y llegó aquel momento en el cual mi madre se ponía pesada, aggg no había quien la aguantase.
Es muy buena en lo suyo y me enseñó como a la mejor pero siempre se pone nerviosa y la acaba fastidiando en el último momento, para mí desgracia yo era como ella.
- Vamos Len, pásame la llave.
- Toma.
En aquel momento procedíamos entonces a abrir la caja donde se encontraba el tesorito que tanto nos importaba esta vez.
Un diamante de 8 quilates en bruto, osea, la joya de la corona, con el conseguiríamos lo que quisiéramos en los próximos meses.
Sé que parece un robo normal y corriente sin mucho gancho y nada interesante, más bien parece lo típico, nada importante, vulgar pero también era sencillo y esa es una de las cosas más importantes a la hora de robar.
Una vez en nuestras manos, lo dejamos todo como estaba.
- Len, a la mochila.
- Yo no la tengo.
- ¿QUÉ? ¿COMO QUE NO?
Y ahí estaba como loca.
- Esta vez la tenías que llevar tú ¿recuerdas?- No sé que leches me estás contando Lena, así que déjate de gilipolleces y pásame la bolsa.
No me creyó así que tuve que encargarme del problema. Fui adónde ella se encontraba y cogí la bolsa que tenía al lado, se la di y arreglado.
- Bien, ahora vámonos.
- Papá, hecho nos piramos.
- Esas son mis chicas.
Y una vez terminado el trabajo de vuelta a nuestras vidas. Solo que como siempre yo la acabé liando, que raaro.
Antes de irnos se me ocurrió la brillante idea de sacarle fotos al diamante, al sistema de vigilancia y a mis padres claro está y es que no lo había dicho antes pero, me encanta la fotografía y sueño con convertirme en una muy buena en el futuro.
Lastima que mi vida vaya por otro camino.
Y diréis, ¿ cuál fue el problema entonces? Que se me olvidó quitarle el flash justo cuando mi padre volvió a activar el sistema de seguridad.
Resultado, todo saltó de tal manera que se oyó hasta en las afueras de la ciudad. Rápidamente nos fuimos, entramos al coche y nos piramos. Ellos con un cabreo de la leche y yo con una divertida anécdota más jajajajaja.
Al llegar a casa mi madre me soltó otra vez la charla de siempre, ya me la sabía de memoria. Que si soy una irresponsable, que si en algún momento nos pillan sería mi culpa, que nunca tengo cuidado.
Es irónico que mi madre me suelte una bronca por haber sacado fotos a un sitio en el cual estábamos robando y todo fue idea suya, resulta MUY irónico.
Pero en fin cosas más raras se han visto no.
El caso es que me dije bah, ya me ha dicho todo lo que me tenía que decir así que me dejará ya en paz. Pues no para mí desgracia esta vez se pasó y mucho.
- Eh eh, mamá ¿QUE HACES?
- Quitarte todas estas mierdas que no te sirven de nada, solo haces que nos jodan a nosotros y al final lo acabarías pagando.
- No no mamá no me puedes quitar mis cosas, ¡NO TIENES NINGUN DERECHO!
- Ay Len, si supieras lo que es tener derecho a algo, pero no me lo quedo y punto. A ver si así se te mete en la cabeza que no puedes hacer el gilipollas cada dos por tres porque al final nos acabarían pillando.
- ¡ERES UNA ASQUEROSA MAMÁ!
- ¡LENA! Ni se te ocurra volver a hablarme así porque sino lo siguiente será no salir nunca de tu cuarto. ¡ME OÍSTE!
- Si (entre lágrimas)
Mi madre me protegía, me quería, me cuidaba si es cierto, pero a veces sentía que era el mismo demonio recién sacado del infierno para hacer mi vida aún más imposible.
Y eso me jode todavía más porque mi madre hasta donde puedo recordar no era así.
Recuerdo una época de pequeña en la que mi madre solo reía y se lo pasaba genial. Me enseñaba a divertirme, jugaba con ella, aprendía las cosas maravillosas de la vida. Pero algo cambió en ella que no recuerdo del todo bien.
Solo sé que mi madre es así no por ella sino porque alguien la cambió, ese alguien del que vienen dolorosos recuerdos.
Los cuales muchos de ellos decidió mi mente olvidar para protegerme, sin embargo, siento que en cualquier momento pueden volver y hacer con mi mente lo que sea.
Pero al mismo tiempo si vuelven esos recuerdos creí que mi mente estaría preparada para aguantar cualquier cosa y estaría preparada para una delas peores épocas de mi vida diría yo.
Pero hasta entonces seguiría como siempre callada, asintiendo a todo como si me pareciera bien y obedeciendo a mis padres.
Viviendo una falsa vida, una vida que me pertenece pero al mismo tiempo que se me ha dado a la fuerza.
No ya sido el destino ni la propia vida la que me la ha dado, sino mi sangre, mi familia. Porque diré muchas cosas y estaré a favor y en contra de otras muchas, pero para mí por desgracia la familia es lo primero.
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EL ANGEL CAÍDO (EDITANDO)
Mystery / ThrillerTodo parece ir bien en la solitaria vida de Lena una joven ladrona de mucho potencial. Cuando todo sigue su curso como había sido hasta ahora, de repente algo muy extraño la sucede. Algo que no se esperaba ni de lejos y que cambiaría su vida por com...