capitulo 1

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La campana había sonado, eso quería decir que las clases terminaron por el día de hoy, por suerte, era viernes. Tendría dos días para descansar de la larga semana llena de trabajos y exámenes.
Iba saliendo con la necesidad de llegar a mi casa, ese uniforme me estaba matando, la incómoda camisa azul Francia con tela pajosa, la pollera dura de color gris y esos zapatos negros horribles era lo último que quería tener puesto. Y ni hablar de la pesada mochila llena de libros y tareas para arruinarme mi descanso. Lo único bueno de ese momento era que estaba con mis dos mejores amigas, Mara y Josefina, las dos son como agua y aceite, Mar es la típica chica atrevida, con el pelo castaño corto, buenas curvas, unos ojos color miel brillantes y toda la ropa que usa es super corta, sobre todo las polleras, y Jose es la típica chica "nerd", dos trenzas de ese hermoso pelo rubio ondulado, anteojos que resaltan sus ojos verdes y su ropa es siempre larga, los chicos se burlan de su pollera que le llega por debajo de las rodillas, pero Mari siempre sale a defenderla, sabe pelear muy bien. A pesar de las diferencias, nos queremos demasiado.
-Lucy, ¿En que estás pensando? - Me saco de mis pensamientos Mara con su golpe ligero en mi hombro.
-Nada importante, solo pienso en lo que voy a hacer esta noche. – Le dije con la gran ilusión de terminar mi serie de detectives, mientras como pochoclos con una gaseosa.
-Lamentablemente corazón, no vas a poder acabar tu programa, mis padres se van a hacer unos trámites, eso significa que voy a hacer una fiesta. – Dijo la peli castaña con una sonrisa de lado a lado.
Puse los ojos en blanco, odio ir a esas cosas, sobre todo cuando hay alcohol, a diferencia de las chicas de dieciséis años normales, yo prefiero estar en mi casa durmiendo o viendo la televisión. Aunque se que mi amiga no me dejaría, puede ser muy testaruda a veces, la ultima vez que intente no ir a su casa para dormir, hizo que el chico que me gustaba me fuera a buscar, fue muy vergonzoso y no pude decir que no.
-y bueno Jose, ¿qué lees ahora? – Le dije a mi otra amiga, no es nada raro que lea todo el tiempo, a mi me gusta hacerlo, pero no tanto como a ella.
-Un libro de fantasía, deberías leerlo, es tan increíble, parece que fuera real- subrayo mi amiga rubia con una sonrisa que hizo que sus ojos se achinaran.
-Por favor Jo, los cuentos son solo cuentos, una realidad alterada por la fantasía e imaginación de alguien escrito en una hoja de papel. – La verdad es que siempre que puedo invento poesías, es algo que me apasiona.
-Traga- Dice Mar poniendo los ojos en blanco, soltando una risa sarcástica.
- ¿Yo o Jose? - Le pregunte para molestar a la chica rubia que se encontraba a mi lado, ella me dio un leve empujón y fingió estar ofendida, a lo que mi otra amiga y yo soltamos una carcajada y nos abrazamos las tres.
Posteriormente, caminamos unos minutos en silencio hasta llegar a mi hogar, lamentablemente al entrar tuve que buscar ropa para esta noche, en vez de empezar a cocinar las palomitas y a buscar la serie.
Al subir a mi cuarto, lo primero que hice es empezar a cargar mi celular, ya que, sino no me duraría toda la noche. Luego abrí mi armario y saqué todos los vestidos que tenía para elegir uno, estaba entre dos opciones, uno azul marino hasta la mitad de mi muslo y un poco escotado, o uno rosa pastel que llegaba a las rodillas y suelto. Al darme cuenta de que el segundo no me favorecía en absoluto, opté por el más ajustado, al cual le añadí unos tacones altos del mismo color. Por último, quedaba maquillarme y como arreglaría mi pelo, aunque no es problema ya que me gusta hacerme una cola alta con ondas dejando dos mechones en frente y un cosmético sencillo, el cual está compuesto por base, corrector, rubor tenue, rímel, sombras claras y un labial rojo que es lo que más destaca.
Al llegar la hora para que yo me dirija a la fiesta, me estaba terminando la ultima onda, completando mi vestuario y maquillaje. Tome mi bolso favorito, en donde guarde mi teléfono, el pintalabios que había usado y un espejo para retocarme. Bajé las escaleras y me encontré con mi madre, esa hermosa persona que me ayudo con todo y amo demasiado, siempre pensé que tenia el cuerpo perfecto, además de esa cabellera colorada como la mía que era demasiado linda.
- ¿A dónde vas corazón? – Dijo mi madre mientras revolvía su taza de café con una cuchara.
- Mar hace una fiesta en su casa- Le dije mientras agarraba las llaves de la casa.
-Bueno, acordaste de lo de siempre, a las tres de la mañana te quiero en casa-      Indicó ella acercándose a mí para después darme un beso en mi mejilla en forma de saludo- Nos vemos hija.
-Adiós ma- dije antes de abrir la puerta e irme.
Mientras me dirigía a la casa de mi amiga pensaba en lo bueno que era que ella viviera a unas cuadras. Eran muchos los autos que estaban estacionados a medida que llegaba al lugar a donde iba, Mara siempre fue una de las chicas con las mejores fiestas del colegio, era obvio que muchos vendrían.
Cuando llegue, había demasiadas personas, incluso de otros colegios, el olor a gente sudada y alcohol inundaba mis fosas nasales, todos estaban bailando, bebiendo o besándose con intenciones de ir a un cuarto y tener una noche divertida.
Después de estar corriendo demasiada gente, conseguí llegar a la cocina, el cual era siempre el punto de encuentro con mis amigas, allí estaban ellas charlando.
- Hola hermosa ¿cómo estás? - Exclamo Mari ya ebria, tiene esa costumbre en cada fiesta.
-Olvídate de ella, ya sabes como se pone- Me indico Jose, realmente cambia un montón cuando se pone lentes de contacto, parece otra persona - Por cierto, me encanta tu vestido- Agrego mirando de arriba abajo con una sonrisa.
La verdad era que mis amigas estaban hermosas, a pesar de que el escote de Mar llegara hasta por arriba de su ombligo y que la pollera de mi rubia amiga sea por debajo de las rodillas. Ambas les quedaba muy bien lo que tenían puesto.
Luego de hablar un rato con ellas, la música empezó a ponerse buena, así que nos fuimos al centro de la pista, cuando estábamos bailando sentía miradas, pero las ignore ya que solo quería disfrutar ese fin de semana después de tanto estrés.
Las horas pasaron y todos se estaban yendo, cuando solo quedamos nosotras tres mi mama me mando un mensaje para que vaya volviendo, así que me despedi de mis amigas para despues salir de la casa.
Ya afuera, empece a caminar con direccion a mi hogar, pero luego de una cuadra vi algo que me sorprendio, una luz verde casi turquesa apareció en el medio del camino, parecía una llama, decidí seguirla porque esta se movía y me causaba curiosidad, estaba a punto de perderla así que empecé a correr.
  Me dirigí al bosque mientras seguía a esta cosa extraña pero no me di cuenta que había una colina y me caí, rodé y rodé hasta llegar hacia una piedra con la que me golpeé la cabeza, poco a poco todo se volvió oscuro.
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Hola gente, espero que les haya gustado esta nueva historia que empecé, siempre que pueda voy a subir un capítulo, voy a intentar ser constante

perdida en un cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora