Cuando MinHo y JiSung finalmente decidieron ser pareja, tuvieron libertad de hacer algunas cosas.
Entre ellas, el sexo.
Pero el problema de todo esto, era que MinHo aun no queria llegar a ese paso, por el respeto que le tenia a su novio y a la ino...
Sus dedos formaban pequeños colochos en su cabello de manera inconsciente. Su pecho subía y bajaba nerviosamente y soltó un pequeño grito cuando el ruido de la cafetera aviso que su contenido ya estaba listo.
Saco dos tazas y en estas vertió el contenido, para después dirigirse a la sala y colocarlas sobre la mesa que tenían en medio del cuarto.
—¿Cuál quieres ver, Sunggie?
Este levanto la vista del suelo y observo a MinHo con duda, dándose cuenta de que este tenía en sus manos dos películas diferentes.
—El Conjuro y La noche del demonio—esos eran los nombres que se podían apreciar como título de las películas.
—El conjuro, Honnie.
—Perfecto.
MinHo se puso en cuclillas frente a la pantalla, y JiSung pudo apreciar como su espalda y sus hombros se contraían de una forma muy excitante para el menor.
Mordiendo su labio, trato de bajar la camisa que traía puesta lo más que pudo, sintiéndose expuesto por el hecho de solo cargar un simple calzoncillo junto a una camisa que ni siquiera era de su propiedad.
Camino hasta el sofá en donde se sentó y jaló la cobija con la que ambos se iban a envolver para cubrir sus piernas. MinHo se levantó y se dirigió al sofá para acostarse en este de igual forma.
—Min, ¿y si me da miedo?
Este soltó una pequeña risa.
—Aquí estoy yo, bebé.
MinHo vestía una camisa sin mangas, la cual era muy refrescante, y un pantalón de chándal.
La película comenzó y JiSung empezó a maquinar su siguiente paso.
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Eran más o menos pasadas las 11 de la noche y la película iba a penas por la mitad. MinHo estaba prestando toda su atención a la película, mientras JiSung casi sufría de un infarto por lo que estaba a punto de hacer.
Ambos estaban recostados en el sofá con la manta encima de sus cuerpos, MinHo rodeaba con su brazo la cintura de JiSung, en donde daba ligeros masajes con la punta de sus dedos, provocando ligeros escalofríos en el menor.
En la pantalla apareció una escena de terror y JiSung soltó un brinco, escondiéndose y acercándose más a MinHo, quién dejo escapar una pequeña risa. JiSung gruño muy bajito, y se levantó del sofá para colocarse en medio de las piernas de su novio, escuchando como este respiraba profundo.
—Han, espera...
—¡Honnie, tengo miedo!
El mayor dejo que se acomodara mejor e inconscientemente enredo sus manos en la cintura de él, dejando que la cabeza de JiSung descansara en su pecho.
