Mi nombre es Lee Donghae, tengo dieciséis años, estoy en primero de preparatoria, soy de estatura media, piel pálida y contextura delgada, mi cabello es liso y castaño, ojos marrones y un privilegiado rostro (según mi madre) que me ha traído más problemas que cosas positivas.
Comencé a escribir este diario por el consejo de un amigo, más bien mi primo mayor, cuando me vio angustiado y ahogado por problemas que no podía contarle a nadie, ni siquiera a él, me recomendó escribir un diario para poder desahogarme y encontrar alivio. Al principio creí que era una idea tonta, pero aquí estoy intentándolo de todos modos.
Tal como escribí anteriormente mi rostro me ha traído problemas desde niño, pervertidos pedófilos intentando sobrepasarse conmigo, niños diciendo que soy lindo y declarando su amor hacia mí y niñas celosas por ello. Una basura.
Mi vida aburrida y atrapada en un bucle de bullying cambio cuando dos primos vinieron de Japón a Corea, para vivir en la casa de mis padres. Según lo que mi madre me contó, son hijos del medio hermano menor de mi papá, se mudaron a Japón cuando yo apenas tenía unos meses de nacido y por eso no tengo recuerdos de ellos. Los acogimos en casa porque tuvieron problemas en Japón después del fallecimiento de su madre. De eso han pasado tres años.
Antes de que llegarán, mi mamá me pidió que fuera amable con ellos y que no hiciera preguntas sobre su familia en Japón, lo que cumplí con facilidad porque nunca hablaban de sus parientes en Japón.
Los fuimos a buscar al aeropuerto, ahí me presentaron al hermano mayor, Kim Kibum, en ese entonces con diecisiete años, alto, delgado, con aspecto dulce y amable, con una radiante y encantadora sonrisa, esa fue la primera impresión que tuve de él, la que aun mantengo y el hermano menor, Kim Jong Woon, con catorce años, alto, delgado, de cabello y ojos negros profundos e intimidantes, de personalidad seria y sombría, todo lo contrario del simpático Kibum.
A pesar de ser dos años mayor que yo, Jong Woon reprobó dos cursos en Japón [por causas que mi madre no me contó y que aún no sé] así que estamos ambos en el mismo grado. Al principio fue difícil, por su complicada personalidad, pero hemos tenido buenos momentos juntos.
La noche que llegaron cenamos como una gran familia, Kibum nos relató de sus vivencias en Japón, algunas muy divertidas que nos hicieron reír a todos, menos a Jong Woon que parecía un témpano de hielo anclado a la mesa, lo que me pareció extraño, no podía entender como alguien tan joven fuera tan amargado.
Antes de conocer a Jong Woon pensaba que solo las personas mayores eran malhumoradas, por como es mi abuelo paterno, al cual es difícil sacarle una sonrisa, pero con mi primo descubrí que no solo los adultos son amargados, aunque su personalidad me extrañó, lo más raro de la primera impresión que tuve de mis primos es que de todas las cosas que Kibum contó, jamás mencionó a sus padres, ni una sola vez. Todas eran historias de su escuela o de viajes.
Después de cenar mientras caminaba por el pasillo a mi habitación, pude escuchar a mi madre hablando con los hermanos, quienes compartían recamara.
–Por favor, les encargo a Donghae en la escuela –Dijo con tono de voz preocupado– Él es un niño muy especial, nunca ha encajado bien con otros...
–¿Acaso es un nerd o un marica? –Preguntó Jong Woon con aire despectivo.
–No es eso, no es nerd ni gay, además no lo digas de esa forma tan despectiva –Lo regañó mi madre y continuó hablando de mí– Es solo que siempre ha sido un niño solitario y tímido, no les pido que sean su amigo, solamente no lo dejen solo, en especial tú, que estarás en el mismo grado que él –Añadió lo último dirigiéndose al hermano menor.
Escuchar eso me hizo enojar, no quería que fueran mis amigos por petición de mi madre ni por lastima, no me interesaba que la gente se me acercara por esas razones, así que actúe impulsivamente y entré gritando ofuscado.
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Don't hate me
FanfictionDonghae ahogado por un amor no correspondido y una vida sufrida por el bullying recibido por su linda apariencia, la cual odia, decide desahogar sus desbordantes sentimientos escribiendo sus tormentos y alegrías en un diario de vida. Justo cuando s...