You Know Everything About Me (EN EDICIÓN)

Prólogo

Sami

7 de junio, 2013

Querido diario:

Me gustaría que alguien me vea. Que alguien me hable por gusto y no por interés, que mis amigas dejen de ocultarme cosas, que dejen de hablar a mis espaldas y luego hacer chistes sobre lo bien que la pasaron el fin de semana en fiestas para después darme una rápida mirada y decir: "no es nuestra intención, sabemos que no te gusta salir, ¿no?". Han sido tantas las veces que he escuchado eso que dejé de responder para simplemente asentir con una media sonrisa. Quisiera tener el valor de decirle a mis padres que no voy a estudiar medicina sino historia, sin miedo a recibir una mirada de decepción de su parte. No puedo negar que aunque me sienta tan invisible, la tía Cassie se encarga de sacarme una sonrisa con sus fotos familiares en Londres seguido siempre de un texto. Amo a mi familia, pero ella tiene algo especial que me hace extrañarla con mucho dolor. Hoy es mi último día en preparatoria, la semana que viene es el baile de graduación y en cuatro meses y medio empiezo la universidad.

Vaya que el tiempo pasa rápido.

10 de junio, 2027

—Deja el tema, por favor.—Suspiro viendo a mi madre con cansancio.—Ya no es parte de nuestra vida, dejemos ir el pasado.

—Hija, si tan solo entendieras que las cosas tal vez no son como crees.

Mis ojos la ven fijamente.—Todavía sigo esperando una explicación.

—¿No crees que también puede estar esperando una explicación? Lo que pasó fue...

—No.—la interrumpo—Ya sé lo vas a decir mamá. Lo que pasó fue un malentendido, pero no por dios no lo fue. Pudo haberme deseado lo mejor, sonreír y estaríamos aquí planeando la fiesta de cumpleaños de Alex. Yo no le debo una explicación a nadie.

Me abraza—Está bien.—camina hacia la puerta no sin antes mirarme—Tu esposo llamó, está por llegar de hacer las compras con tu padre.

Sonrío inmediatamente.—Espero que papá no lo haya obligado a comprar las guirnaldas color marrón que vio la semana pasada.

Mi madre sonríe—Nunca esperes nada de un viejo gruñón que ama chantajear a su yerno. Nos vemos mañana Sami, descansa.—se vuelve para darme un beso en la mejilla, da la vuelta y se va, dejándome sola y es cuando recibo un mensaje.

Esposo Sensual: Bonita espero estés preparada para colgar guirnaldas toda la tarde. No te asustes si ves dos bolsas de color marrón, compré sin que tu padre se diera cuenta de color azul.

Sami: No esperaba menos de ti, aquí te espero. Te amo.

Veo su respuesta, sonrío y suspiro. La que merece unas disculpas soy yo, sin lugar a dudas. Años después mi madre sigue poniendo en duda lo que pasó y yo en el fondo puede que pensara que todo esto tenia solución pero es imposible, no después de lo que sufrí. Actualmente solo me preocupa mi familia, nadie es más importante que ellos y me llena de ira y dolor pensar que alguna vez fue parte de mi familia.