Erase una vez, en el país de México, estaba encerrado en un lugar llamado ¨el estadio de la muerte¨.
Un hombre salto la reja y dijo mientras sonreía:
-Este maravilloso toro nos esta haciendo ricos!- Todas las mujeres lo miraban con terror en los ojos, excepto una. Esta entro y beso al hombre que me encerraba. Yo contemplaba a la hermosa mujer y esta me miro con cara de asesina.
-Pobre de su madre. Ya no servia para nada y ahora su cabeza esta colgando en mi pared.- Comenzó a reírse de una manera realmente asquerosa.
Yo ya estaba mal y al escuchar eso, ya no tenia mas razones para seguir peleando. Entonces, comencé a correr hacia esos despreciables humanos. Golpee a la mujer y me estampe contra la pared, rompiéndome el cuello. Allí fue cuando conocí la paz y la libertad.
El karma siempre llega de una forma u otra.