Hospital Mental | Kookmin | Editando

• Cap. 1 • "Compañero de cuarto"

NARRACIÓN DE JUNGKOOK

Siempre he tenido gustos distintos a los demás chicos, creo que eso era normal, hasta que cumplí 16 años, edad en la que me di cuenta de varias cosas, todo empezaría cuando conocí a Jung Hoseok, de quien me hice amigo ya que estábamos en el mismo salón, el salón 23.

Luego de pasar la mayor parte de mi tiempo con él, empecé a sentir algo por Hoseok, algo diferente, cuando lo miraba a los ojos, mi corazón se aceleraba instantáneamente, fue así y por otras razones que supe que estaba enamorado de él, al principio me pareció ridículo e intenté olvidarlo pero me fue imposible en ese entonces, un día decidí decirle lo que sentía y sinceramente no me importaba si él no, solo quería que supiera, además no buscaba tener una relación.

Lamentablemente nunca pude, Hoseok se fue para vivir Reino Unido y yo con el pasar del tiempo traté de olvidar, pero no me fue nada bien, ya que al cumplir los 22 años me interné en un centro psiquiátrico, la razón de hacerlo fue sentir atracción hacia los chicos. ¿Cómo lo supe? Pues...tuve una relación heterosexual, creía amarla, incluso perdería la virginidad con ella, recuerdo que llegamos a estar totalmente desnudos, pero al momento de hacerlo no pude, ella se enfureció conmigo, lo último que me dijo fue que era un gay y jamás la satisfacería como se merece, entonces rompimos y bueno, así es como terminé en este hospital mental, ya llevo 2 años, y hay dos cosas que amo, una es el hecho de no compartir habitación y dos el que mi hermana Somin me visite de vez en cuando.

....

NARRACIÓN DE JIMIN

Estaba esperando a mi novio para que me lleve a casa, ya que estudio hasta muy tarde en la Universidad.

Ese día se tardó mucho, cuando finalmente llegó supe la razón, ya que al sentarme junto a él, noté que estaba ebrio, al parecer había bebido demasiado, cosa que no suele hacer, debido a ello cambié de lugar para tomar el volante.

-No debiste beber mucho -dije con un tono serio mientras conducía-.

-¡Nunca lo hago, así que no deberías reclamarme! -Alzó la voz-. ¿Sabes qué? mejor me voy. ¡Para el auto! ¡Demonios! ¡para el auto Jimin! -repetía estérico-.

-¡Ya fue suficiente Vernon! -respondí furioso mientras trataba de tranquilizarlo-.

Temía que se lanzara mientras el auto estaba en movimiento, en medio de mi intento por evitar que haga algo estúpido sentí un golpe y todo se volvió oscuro, luego de un rato, abrí los ojos levemente, solo pude ver a Vernon inconciente y con múltiples heridas en la cara, lo demás no lo recuerdo.

Desperté en una camilla, lo primero que ví fue a mi madre quien se alegró al ver que reaccioné.

-¡Estas bien! Gracias a Dios -dijo contenta y aliviada-.

Sonreí por un momento hasta que recordé a mi novio.

-Mamá... ¿Dónde está Vernon? ¿Él está bien?

Bajó la cabeza y se sentó antes de decir lo más doloroso que había escuchado en la vida, soltó un suspiro y con lágrimas en el rostro me contó.

-Lo siento Jimin pero no sobrevivió, los médicos hicieron todo lo que pudieron.

-Tiene que ser una broma, no puede estar muerto... -Dije alterandome-.

-Es cierto cariño...

-No, no, no ¡No! -Grité-. No está muerto, ¡Vernon no!

De pronto me quebré, mi madre me abrazó tratando de no lastimarme, mis lágrimas caían como balas sobre su suéter, jamás había llorado tanto.