A escondidas [JinYoon]

2. Viniste porque quis(ist)e

Viniste porque quis(ist)e

SeokJin se disculpó con las personas que detuvieron su paso para ir pronto a comprobar si lo que vio era real o si su imaginación ya burbujeaba, tal como el champán en su copa.

La gente zumbaba a su alrededor entusiasmada por el evento y él era parte de esta emoción. Su mejor amigo, Jung HoSeok, había puesto tanto esfuerzo en que su cuadro de baile se luciera que incluso la temática carnavalesca elegida para cerrar el año no dejaba de ser elegante, fresca y llamativa.

Para SeokJin, un escritor de columna de revista, blogger y periodista no dejaba de ser una gran oportunidad el codearse con algunas personalidades relevantes en el mundo del espectáculo. Muchos habían rogado ser invitados como él a asistir a esta celebración, no obstante, eran pocos los privilegiados. Descontando que HoSeok era bisexual y además activista en las cada vez más presentes marchas de la comunidad con la bandera colorida, su trayectoria artística era poderosa y su mismo carácter era un imán para todos. La gente anhelaba mantenerlo cerca.

Había, claro, quienes deseaban asistir para tener con qué criticarlo luego. Ya sea por su excentricidad, su verdad sin tapujos o por su impresionante sonrisa ante los insultos de mentes obtusas que le caían gratuitamente. Otros porque secretamente lo admiraban, siendo testigos de todo el acoso y violencia que vivía el bailarín, por decir que en el amor y el sexo le daba igual si su pareja tenía o no lo mismo que él dentro de los pantalones y que esto no hiciera que se tambaleara en su andar.

SeokJin, en cambio, estaba allí porque conocía al chico, que oculto del ojo del público, disfrutaba de relajarse viendo películas mientras brindan con comida chatarra y un par de cervezas; o jugar a la playstation para descontracturar del estrés semanal.

Sigue buscando con la mirada la cabellera azabache que resalta la palidez de esa piel que tan bien conoce, y se da de lleno con una escena nada agradable para su corazón.

—Creo que debí advertirte que él podría venir —dice la voz de su amigo junto a su oído, y SeokJin voltea a verlo ceñudo—. Alto ahí, no tienes por qué enojarte conmigo.

—¿Sabías que iba a venir? —cuestiona cruzándose de brazos mientras es guiado por HoSeok a otro sector del salón—. Y, además, con ella.

—Ni que fuera a dejarla sola para venir a una fiesta, Jin hyung —responde el artista una vez alejados del matrimonio en cuestión.

—¿Crees que la lleva conmigo cuando me visita cada semana? —replica tan mordaz que se siente enfermo de su venenosa reacción.

Se deshace del agarre de HoSeok y llama a un muchachito que sostiene una bandeja con copas de champán rosado. El jovencito es atractivo, aprecia SeokJin: boca de tono más oscuro que el rosado de la bebida que ofrece y labios rellenitos. De no ser por la mirada brillante y la apariencia juvenil por el cabello igualmente rosa, SeokJin lo habría convencido de ir al baño con él y quitarse un poco de "molestia" en ese cuerpecito grácil.