Ni en tus sueños

Conociendo

Ya he acabado.

La niña pequeña que estaba escuchando al hombre se quedo callada mirando al suelo. Se llamaba Rosa y era chica con unos 10 añitos. Su amigo contando la historia era Ludo, de edad desconocida, pero que por su voz y postura parecía ser un hombre viejo . No tenian nada que ver entres si pero para Rosa era como un abuelo.

—¿Rosa?¿Me has estado escuchando?—Preguntó Ludo.

—¿Eh? ¿Que? ¡Ah! No, perdón,

Rosa hecho la cabeza hacia un lado y sonrió, esperando que Ludo no se enfadase mucho, aunque ella sabía que no lo iba a hacer.

—Rosa...Con lo que me he esforzado para contarte la historia y que la entendieses—Se quejo el hombre, un poco decepcionado.

—Vale, perdón perdón.

Mientras Rosa se disculpaba fue a darle un abrazo a su abuelo, pero como llevaba un camisón que le quedaba enorme se tropezó y cayó. Ludo fue a su rescate, pero también, como era más torpe que nadie, se pisó las telas que caían de su habito extraño de color azul, y acabó en el suelo al lado de la niña.Se rieron, dónde estaban no se podían hacer nada de daño.

— Rosa, por tu culpa — se burló de su situación.

Ambos levantaron la cabeza y la pequeña vio que la máscara negra que llevaba Ludo,se rompió. La máscara debía tener 2 puntos blancos donde los ojos y una linea del mismo color simulando una boca, con dos triangulitos simulando colmillos en los extremos, pero ahora tenía una "cicatriz" en su ojo derecho.

—Ludo...Lo siento.

—Ah, ¿la mascara se ha vuelto a romper?— Palpó la mascara con los dedos a través de la manga.—No pasa nada, siéntate, que te cuento la historia otra vez.

—¡Vale!