CAPITULO 19

119 10 8
                                    

- Miriam: Buenas noches Mimi. No tengo muy buenas noticias. Efren ha estado analizando el estado de Gabriel y efectivamente, lo que Simón dijo era cierto. El pequeño no tiene cura, solo nos queda resignarnos y esperar lo peor.

- Mimi: ¿Estas segura Miriam?

- Miriam: Sí, para poder salvarse necesitaría una médula 100% compatible con él y eso no se da ni en el 1% de los casos.

- Mimi: ¿Y qué vais a hacer, quedaros de brazos cruzamos?

- Miriam: ¿Qué más podría hacer?

- Mimi: ¡Intentarlo! ¿Quién sabe si ese 1% se encuentra entre nosotros?

- Miriam: ¿Nosotros? ¿Qué nosotros?

- Mimi: Tú, Harry, Agoney, yo... incluso ¡Ana War!

- Miriam: ¿Pero qué me estas contando? Esa no tiene nada bueno.

- Mimi: ¿Y si así fuera?

- Miriam: Si así fuera ¿qué?

- Mimi: Pues que la simpática de Ana War fuese compatible con tu ángelito.

- Miriam: Mimi, no estoy para bromas...

- Mimi: Es que no estoy bromeando, a veces la solución te la da quién menos te lo esperas.

- Miriam: Pues si así fuera ¡Bienvenido sea! Pero Efren me ha dicho que vamos a contra reloj. El tiempo vuela y Gabriel se va.

- Mimi: ¿No disponemos de tiempo suficiente como para arriesgarnos?

- Miriam: No lo sé. Harry y yo hemos quedado en volver mañana temprano al hospital. Mi hermano tiene que solicitar el permiso para que le dejen trasladar toda la maquinaria a casa del pequeño, sus padres nos han comunicado que el deseo de Gabriel siempre ha sido pasar sus últimos días allí.

- Mimi: Tengo entendido que esas cosas cuestan un pastón y según me comentaste los padres de Gabriel no tienen mucho dinero.

- Miriam: Efren y yo nos haremos cargo de lo que esto pueda costar, cumplir el deseo de mi niño no tiene precio.

- Mimi: Si puedo aportar algo, dímelo. Puedes contar conmigo.

- Miriam: Muchas gracias Mimi, de verdad.

- Mimi: De nada, Leona. Intenta descansar que es tarde y mañana te espera un largo día.

- Miriam: Cómo lo sabes... Boas noites. Bicos.

- Mimi: Boas noites.

Cuelgo el teléfono e intento dormir, pero me es imposible porque no se me quitan de la cabeza los versos que compuse en el coche.

Agarro mi libreta y me dispongo a seguir des-componiéndome, como de costumbre, la inspiración suele salirme de noche, a lo polilla, mejor dicho, a lo mariposa nocturna. No sé porque razón a mi mente le da por volar a estas horas de la madrugada.

"Y yo, te pienso y aquí estas
Mirándome de frente vas entre la gente
Y no habrá espacio, no habrá tiempo
Ni momentos de silencio
Si pienso en tu voz, te escucha mi corazón.

Tardé un poco en entender
Que para levantarse hay que caer
Que somos eso, huesos y pellejo
Y es preciso respirar para sobrevivir
Nadie sabe lo que vendrá
Si estas al comienzo o estas al final
Nadie sabe nada"

MEJOR SIN MIEDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora