El Origen

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Hace muchos años, cuando apenas se formaban los días y las noches, cuando las estrellas comenzaban a brillar y la Luna tomaba luz del Sol para brillar. Todo estaba preparado para ser el mundo que hoy conocemos, excepto algo, había algo que faltaba, y era que el Sol y la Luna normalizaran los días y las noches, pues en ocasiones el Sol se quedaba por días, semanas e incluso meses. La Luna, decidía no surgir en el cielo y las estrellas, sin interés alguno por ver un mundo con menos brillo que el de ellas, pues todos saben, que las estrellas son tan vanidosas que creen que nada puede brillar más que ellas.

El mundo estaba listo, pero las flores no podían florecer, pues aún las plantas que les gusta el sol, con tantas horas de su intenso brillar, se quemaban. Los árboles no daban fruta y los animales no salían por comida. En las noches eternas, los depredadores nocturnos cazaban sin cesar e incluso, con tantos días en la oscuridad y con la ausencia del calor del Sol, comenzaron a aparecer seres malignos, seres tan horripilantes que no podría describir.

Hasta que un día, en un reino atormentado por el caos creado por la Luna y los Astros del cielo. La Princesa, de la cual nadie conocía se rostro, pues se rumoreaba que era de una belleza sin igual a quien el Rey y la Reyna decidieron esconder por temor a que la raptaran las criaturas de la oscuridad. Pero una noche, mientras ella dormía un temblor sacudió el reino derrumbando partes del castillo, incluyendo una de las paredes del cuarto de la princesa.

Todos temieron por la seguridad de la princesa, corrieron por las calles de la ciudadela, los niños salían de los bosques, los jóvenes salían de la cantina y los cazadores soltaban a su presa y se llevaban el rifle al hombro. Así poco a poco se reunieron los habitantes del reino alrededor del cuarto de la princesa.

La Luna, al ver tanto alboroto en el reino, decidió asomarse para ver qué pasaba y una estrella por ahí a la que a pesar de su curiosidad solo miro por encima del hombro, se unió discretamente a la Luna. Para sorpresa de todos la princesa seguía dormida, hasta que uno de los cazadores, inmerso en la belleza del rostro de la princesa, olvido que su rifle seguía cargado y por error disparo al aire. La princesa ante tal estruendo abrió los ojos, mirando fijamente al cielo.

Todos en el reino y en los cielos, observaron atónitos ante tanta belleza. El primero en reaccionar fue el Sol, quien no pudo evitar decirle buenos días, púes fue tanta la belleza que vio que no pudo pensar en nada más que decir. La princesa, a pesar de haber despertado por un susto, no pudo evitar sonreír, al ver como el sol se ponía rojo y se avergonzaba por lo que había dicho, aunque a la princesa en realidad le gusto su frase y sonrío. Una sonrisa tan brillante y radiante, mostrando unos dientes detrás de unos labios suaves y rosados.

La Luna sorprendida, no pudo evitar sonreírle, esa fue la primer sonrisa de la Luna, descubrió lo bien que se siente, así que decidió prometerle a la princesa, sonreírle siempre que la vea, con la esperanza de practicar y así obtener una sonrisa igual de hermosa que la de la princesa.

La única estrella que había ido a ver, al notar sus ojos cafés, llamó al resto de las estrellas y juntas contemplaron la belleza de esos dos ojos cafés, dos ojos grandes, brillantes y con un secreto dentro, un secreto que a las estrellas deseaban tener. Pues en el brillo que ella tenía en cada uno de sus ojos, se encontraba el infinito universo. El universo en el que las estrellas vivían, se encontraba al interior de los ojos de la princesa.

El Sol la Luna y las estrellas querían permanecer ahí, pero no podían estar los 3 al mismo tiempo, las estrellas no podían ver al Sol y la Luna que no tenía problema con ninguno de los dos astros encontró la solución y habló

- Que el Sol y las estrellas se callen, que los habitantes del mundo escuchen atentos, pues serán los testigos y los más beneficiados de lo que voy a decir.

Todos hemos descubierto un gran tesoro, la tierra se sacudió para que todos abrieramos los ojos, pues gracias a el egoísmo que hemos adoptado los astros e incluso yo no hemos podido observar lo que hasta hoy descubrimos.
Todos queremos gozar de la infinita belleza que hay en la princesa, así que les propongo un trato a los que, junto conmigo, dominan los cielos.
El Sol, calentará las tierras de la princesa y la verá mientras ella esté despierta, la cuidará e iluminará el camino por el que ande. Sol, tu iluminarás 16 horas, en ese lapso tendrás que recorrer el cielo para asegurarte que no haya nada que la pueda herir.

Las estrellas y yo, velaremos por ella mientras duerme, iluminaremos sus sueños y en la oscuridad de la noche alejaremos a las criaturas de la oscuridad que por nuestra culpa han surgido.

Pero, ya que el sol la podrá admirar más tiempo, para que sea justo queremos algo a cambio. Queremos ser quien disfrute el abrir de sus ojos, queremos ver el primer brillo del día. Las estrellas intentarán descifrar el secreto de sus ojos, yo buscaré su primera sonrisa, para ofrecérsela como tributo el día siguiente por la presión de ser la primera en despertar.

-Muy bien- dijo el Sol –pero cada 7 días, quiero verla despertar yo y cada 15 días deberé gozar de su despertar dos días seguidos. Pues no es justo, que trabajé más tiempo y me pierda tan precioso regalo de la naturaleza. Si aceptan, Luna podrás surcar los cielos aunque yo esté iluminando y las estrellas, no tendrán que esperar a que me marche ni deberán correr cuando llegue, podrán alejarse poco a poco y mostrarse un poco antes, al atardecer. Para ti princesa, cada que me toque verte despertar, podrás dormir un poco mas y yo te recibiré con un cálido amanecer, así te diré buenos días.

-Habitantes del mundo, los astros y yo, de esta forma, calentaremos sus casas, pero sin quemar sus cultivos, controlaremos las mareas para que puedan pescar, alejaremos a las criaturas de la oscuridad y el equilibrio llegará. Pero solo será por la princesa, así que recuerden y recuérdenlo por siempre. La princesa, bella como nunca nadie lo ha sido, es por quien vivirán mejor. Olvídenlo y regresaremos el desequilibrio del mundo.

-Princesa, tú serás la que cargue con el mayor peso, pues los sacrificios recaen sobre ti, pero por tu sacrificio, tendrás el cariño de los cielos, habrá quién, sin saber tu labor, llegará y te querrá, te cuidará y por ti se preocupara, no tendrás la felicidad eterna, pues habrá momentos malos también pero un día encontrarás a alguien que te hará feliz, por 2 o 3 vidas, pues aunque nosotros seamos quienes reinan los cielos, no podemos asegurar el futuro eterno, pero sabemos que vivirás y volverás a vivir, tu belleza perdurará por muchas vidas y serás feliz, cada 2 o 3 vidas, hasta que alguien llegué y te haga feliz, feliz por 10 vidas mas, después de esas 10 vidas, habrás llegado quien tome tu lugar o el universo entero con tus ojos se cerrará

-Descansa, que velaremos tus sueños y por la mañana te ofreceré la mejor sonrisa que exista, tu primer sonrisa del día anterior.

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⏰ Last updated: Jun 18, 2019 ⏰

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El Día, la noche y las estrellasWhere stories live. Discover now