¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narradora
Está historia comienza con la amistad de tres amigos, los cuales se conocieron de chiquitos. Un chico de tez pálida se mudó a Seúl, el con anterioridad vivía en Daegu pero por el trabajo de su padre se tuvieron que mudar. El chico, al bajarse del auto fue intervenido por dos niños. Uno de ellos tenía las mejillas regordetas, las cuales lo hacían parecer adorable, y a su lado había un niño con sonrisa rectangular, que lo hacía lucir tierno.
Yoongi le dio ternura esos dos pero no lo aparentaba, se acercó a ellos lentamente para saludar a sus nuevos vecinos.
-Hola, ¿cuáles son sus nombres?.
Él de mejillas abultadas lo miró fijamente para después regalarle una sonrisa. -Hola, mi nombre es Park Jimin y el es mi amigo, Kim Taehyung, ¿y el de usted?.
-Mucho gusto, mi nombre es Min Yoongi y desde hoy seré su vecino-. El nombrado apuntó a su nuevo hogar. -¿Cuántos años tienen?.
-Los dos tenemos diez-. Ahora fue el turno de Taehyung para hablar. -¿Y usted hyung?.
-Doce-. Min les dedicó una sonrisa, lo cual provocó algo nuevo para estos dos chicos.
Después de conocerse estos tres chicos se hicieron mejores amigos, habían pasado como diez años desde que se conocieron.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los mejores amigos eran conocidos por estar siempre juntos hasta se sospechaba que había algo en estos chicos pero nadie sabe en realidad que está pasando entre ellos. La bellezas de estos chicos era el pecado mismo, Min Yoongi te podía llevar al paraíso con esa lengua tecnologíca y esa mirada gatunal, Park Jimin parecía ser un ángel caído del mismísimo cielo y no hablemos de Kim Taehyung, de un momento puede lucir como el ser más inocente del mundo pero en cuestión de tiempo se puede convertir en lo más sexy del mundo.
Yoongi estaba caminando por los largos pasillos de la universidad para llegar a la cafetería de esta se encontraban sus dos mejores amigos. Al estar en la entrada pudo divisar a sus menores, sonrió al encontrarlos con un puchero por haberse tardado.
