De cómo Sancho instruye a don Quijote en el mundo moderno

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-¿Sancho, pero dónde estoy?
-En un lugar cuyo nombre es mejor que no sepas.
-Voy a ver qué puedo encontrar por aquí.
- Quieto, quieto, que desde que te intento matar Cervantes no has echado pelo.
-¿Pero por qué no puedo moverme por aquí?
-Es que hay mucho tipejo suelto
-Pero yo quiero encontrar a Dulcinea
- ¿Y cómo la defines?
- Guapa, buena, responsable, trabajadora, me ama con locura, no hay nadie más para ella salvo yo.
-¿Perfecta es la palabra?
-Sí
-¿Crees que existe el hombre perfecto?
- No
-¿Y por qué tiene que existir la mujer perfecta si es que no existe el hombre perfecto?
-¡Repámpanos Sancho! Has espabilado mucho
-Puede que tengas que buscar alguien que te complemente
-Por ahora, voy a centrarme en conocer este nuevo mundo
-Twitter, se llama
-Voy a entrar a ver qué se cuece
-Pues hay un poco de todo, desde ingenieros hasta ladronzuelos.
-Yo sé mucho de eso, amigo Sancho. Truanes y malandrines que aprovechan cualquier oportunidad..
-También hay mucha gente que vive de su imagen, de vender sin que se les note y demás
-¿Cómo puede ser eso?
- Influencers les llaman
- ¿Qué palabra es esa? Mira, mira... No inventes palabras que con todo lo que yo he leído. Si es que sigues siendo el mismo mameluco de siempre.
-Que no, mi señor. Es la lengua de Shakespeare mezclada con la de Vuestra Merced y echa tortilla.
-Eso tiene que ser obra del mismísimo Belcebú
-Mire, hay palabras como influencers, running, crush
-Para, para, para, y mira a ver si alguien nos da un bocadillo, que estoy más hambriento que el perro de un gi
-¡Calla! Esas cosas no se pueden decir por aquí. Además, no dan de comer.
-¿Pero si aquí hay millones de personas? Ah, ya sé. Regalan algo, eso está más que claro.
- Sigues tan loco como siempre. No dan nada, la gente solo intenta escribir poemas, microrrelatos...
-Maravilloso
-Espera, espera, que aún no he terminado. -También cuentan su día a día, sus penurias, sus dichas. Hay de todo. Algunos hasta se insultan.
-También cuentan su día a día, sus penurias, sus dichas. Hay de todo. Algunos hasta se insultan.
-Para, para, que todos te conocen, pero pocos saben de tus andanzas. Solo conocen lo de los molinos.
-¡Gigantes!
-Eso, eso. Es que ya se me había olvidado
- Que no vuelva a pasar, amigo
-Descuide, es que hace tanto tiempo ya
-Bueno, ¿y qué más novedades hay por aquí?
-¡Vaya! Se le olvidaba decirle que ahora, a la gente como usted, les dan unas pildoritas, y que si no funcionan les internan.
-¿A mí, internarme dónde?
-Pues en un hospital muy moderno. Es que para la gente usted es peligroso.
-¿ Un caballero andante es peligroso? Jajaja, no me hagas reír amigo.
-No es una broma señor. Solo le digo que los que mandan se dedican a robar.
-Pero eso ha sido así desde siempre
-Escuche bien, y hágame caso. Ahora, la gente lo sabe y les da igual. En cambio, a los buenos como usted, les tachan de locos.
-Entoces esto no ha cambiado nada
-No mucho, no

Don Quijote, Sancho & CompañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora