• ¿Será posible? • Lucía Granger & Draco Malfoy.

-Capítulo dos-

Una vez dentro del Tren Lucía se sentó frente a su hermana, ambas con su uniforme ya puesto y su cabello arreglado. Luego de un largo plazo, Hermione salió con intensiones de ir al baño, Lucía se levantó y divagó por los vagones, hasta llegar al penúltimo, allí se encontró con un chico de piel pálida, ojos grises, cabello rubio y de cuerpo delgado. Aparentemente el chico estaba algo molesto, sin embargo Lucía se atrevió a hablarle, comenzando con un simple "Hola".

-El chico  levantó una ceja y la miró.

-Hola. -Murmuró.-  ¿Quién eres?

- Lucía, Lucía Granger.

 -El pequeño  chasqueó la lengua.- Una sangre sucia. 

- ¿Sangre sucia? -Lucía simplemente frunció el ceño sin entender.- ¿A que te refieres con eso?

- Alejate, no mereces siquiera estar en hogwarts. -Habló sonando orgulloso de sí mismo, claro estaba, Malfoy pertenecía a una familia de Sangre pura. Con desprecio miró a Lucía, quien se encontraba disgustada por las palabras que aquel niño usó, sin mas que decir, y de forma infantil, sacó su lengua y se regresó a su vagón con el ceño fruncido.

- Son unos tontos. -Sí habló en plural, ya que los demás niños que se encontraban allí, se burlaron de igual manera. La pequeña se sentó con sus brazos cruzados, esperó la llegada de Hermione, ya que no tenía mucho que hacer, socializar no era la mejor opción.

- Todos ya luego de haber dejado el tren, y viajado en canoas, el momento de la ceremonia llegó, la profesora McGonagall llevó a cada alumno de primer año en una fila. Al ingresar en el gran comedor, vieron miles y miles de velas, que flotaban por el aire sobre cuatro grandes mesas. El resto de los estudiantes se encontraban sentados en largas mesas, que recubrian lo largo del comedor, con platos, cubiertos y copas de oro. Al fondo del comedor había otra mesa, donde se encontraban los profesores. La profesora llevó hasta allí a los alumnos de primer año y los detuvo, dejándolos frente a el resto de los alumnos, y detrás a los profesores. McGonagall colocaba un taburete frente a los alumnos de primer año, para luego traer a un sombrero, se veía sucio y estaba remendado. Todos los estudiantes lo contemplaron.

- Cuando yo los llame, deberán ponerse el sombrero y sentarse sobre el taburete para ser seleccionados. -Dijo con un gran rollo de pergamino. Así comenzó, el turno de Malfoy había llegado, apenas se sentó el sombrero gritó.

- ¡Slytherin! -Fue entonces que Lucía rezó para que dicha casa no le tocara. Luego de que Harry Potter fuera nombrado, los murmullos comenzaron, sin embargo la conmoción del momento pasó, dando paso a el turno de la pequeña. - Oh, qué tenemos aquí... 

- Todas menos Slytherin. -Suplicó cerrando los ojos con fuerza.

- Tienes una mente brillante, lograrás grandes cosas si te lo propones.

- No porfavor. -El Sombrero soltó un suspiro.- Gryffindor, o cualquier otra.

- Perteneces a esa casa. Gryffindor, oh, no. ¡Slytherin! -Lucía abrió los ojos de golpe al oír como el sombrero cambió de opinión.

- Demonios. -Lucía miró a su hermana, quien le sonreía levemente. Nuevamente el murmullo comenzó, ¿que hacía una sangre impura en Slytherin? 

- ¿Qué? -Draco miró con desprecio a Lucía, para luego sentarse nuevamente ante la mirada de Hagrid.- No tiene derecho a estar en nuestra casa, es una sangre sucia. -Lucía únicamente se levantó, para luego caminar a su mesa, se sentó tratando de ignorar la mirada intimidante de su compañero y sus seguidores. Soltó un suspiro y llevó su mirada a Hermione, quien se encontraba hablando con Ron y Harry.-

- No serán buenos años. -Abultó sus labios y bajó su cabeza.-

Siguiente actualización ; 01/12/19
Espero y puedan apoyar la serie, estaría agradecida.