Desde el principio de mi tiempo, del despertar de mi conciencia me pregunto quién decició ponerme en este lugar y cómo debía ser.
Estoy en una gran habitación con mucha luz. Hoy es uno de esos días en los que contemplar el amanecer puede llegar a doler, por eso me visto con unas ropas de las cuales hace tiempo se sabe de su existencia y parecen normales en mi mundo y mi cuerpo pero de las que se nadie acepta.
Inés, mi hermana querida está allí en el jardin, la puedo ver, tan dulce y corriente. Salgo a desearle un buen día y su sonrisa hace que me sienta bien.
Ahí esta corriendo hacia mi como si hubiera visto al deseado pretendiente. Mis pasos resuenan en mi oido igual que su sonrisa que llega a hacerse sonora. Detiene mis pasos, su abrazo y perfume me embriagan cada mañana y cogida de mi brazo nos dirigimos a la terraza donde el desayuno y la familia nos esperan. En este nuevo día nos disponemos a comer y en la lejanía se oyen cascos de caballos.
Inés sonrie, se levanta y sale a recibir a los dos caballeros que llegan rápido, tan rápido que Inés tiene que retirarse un poco y dejar que los caballos puedan detenerse. Ahí está Jon, hoy se anuncia su compromiso. De un salto bajan los dos, ella los recibe con una gran sonrisa y él le besa la mano. El mozo lleva los caballos al establo y Jon e Inés se acercan a la mesa. Nos levantamos para demostrar al caballero que pronto se llevará a Inés de nuestra casa.
Jon decide darme la mano y mis padres se miran con indignación o tristeza -Creo que nunca lo sabré- Inés no deja de sonreir. Sus ojos verdes casi igual a los mios, brillan más que nunca. Se la ve feliz. Sus ojos son puros y sinceros, todo lo contrario de los mios, eso dice mi padre. Demostrar mi forma de ser no es digno de alguien de mi rango.Seguimos desayunando, Jon se sienta a mi lado. se le ve feliz y eso me gusta, es un buen hombre. Es algo que puedo asegurar ya que fue compañero de juegos en mi niñez y juventud.
Por toda la casa se oyen los pasos de los sirvientes, poniendo a punto lo que tiene que ser una gran celebración. No puede fallar nada, sólo una cosa: Yo.
Mientras los hombres se reunen y empiezan a beber yo decido ayudar a Inés la cual me repite una y otra vez:
-Actúa como tú quieras pero quiero verte feliz hoy.
La interrumpe mi madre que entra con unas doncellas. Entre ellas Mila, nos miramos y sonreimos cómplices. Interrumpe mi madre con su desagradable voz que no piensa ayudarme si voy con esas ropas.
-Para este día pienso cambiarme pero no quiero a nadie dándome su opinión. Digo tajante.
De todas formas no pienso estar más de media hora, así que aun me quedan unas tres horas. Puedo ver a la preciosa Inés hablándome mientras las doncellas la preparan para la fiesta, sólo estropeado a veces por la voz de nuestra madre.
Dudo en mirar a Mila, ella solo me mira de reojo. Inés sonrie más viendo como Mila intenta esquivar mi mirada. Tenemos suerte, nuestra madre sale para ir a supervisar lo que se necesita hoy junto con dos sirvientas, Mila se queda allí. Inés nos pregunta:
- Contadme vuestras incursiones nocturnas, ¿cómo es la vida fuera de aqui?
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Sine nomine. La mujer oscura.
VampireUna mujer sin nombre aparece en escena. En un mundo donde dos jóvenes mujeres tienen su destino escrito o al menos eso cree una de ellas, el resto pertenece a la obscuridad.