Be Happy

36 5 0
                                    

Nunca pensé que verlo sonreír desde lejos sería una de las cosas más dolorosas del mundo y más, que esas sonrisas y miradas de enamorado no fueran más para mi...

Todo por que fui un gran estúpido.

Lo conocí en la Universidad apenas ingreso. Su rostro, su cabello, su mirada, sonrisas, risas, sonrojos... todo en el me cautivó al instante. Simplemente era el ser más perfecto que conocí alguna vez.

Se integró con facilidad a la Universidad, era tan sociable. Todo el mundo lo adoraba por ser amable con todos. Su encanto natural en él al hablar hacia caer a todos a sus pies. Incluyendome.

Un día fue mi oportunidad para poder hablar con el. Era una de las fiestas en casa de unos de mi colegas del equipo de futbol americano. Aún lo recuerdo como si hubiese sido sólo ayer. Recuerdo la forma en como se puso al momento en que le hable, era tan abierto con todos pero sólo conmigo era el ser más tímido, tartamudeaba cuando iba a responder o al hablar. Fue tan adorable aquello. Recuerdo la canción con la que te invite a bailar. Recuerdo lo apenado que estabas al aceptar mi propuesta y al momento en que toque tu cintura para danzar junto a la melodía. Fue el momento más mágico que sentí.

Que sentimos.

Lo recuerdo se impregno como fuego en mi mente y corazón, al igual que esa primera sonrisa, esa eye-smile que me regalaste. Mi mirada no apartaba la tuya en ningún momento. Simplemente tenerte en mis brazos bailando aquella melodiosa canción se volvió algo único.

Desde ese día, aquella canción... Se volvió nuestra canción.

Al pasar de los días nos mirabamos de vez y en cuando. A las semanas ya nos saludabamos pero muy tímidamente. Éramos muy tímidos para acercarnos. Pero yo no quería que fueran simples saludos y tímidas miradas el único contacto que tuviéramos. Así que, sin dudas, me acerque. Di el primer paso para tener tu corazón.

Esa vez estabas esperando a que te vinieran a buscar tus padres. Era increíble que el sólo hecho de que estuvieras sentado fuera las cosas más bellísima. Por que cada cosa que hacías consciente o no te hacía ver como el ser más bello. Me senté a tu lado sobresaltandote, el sonrojo inmediato en tus mejillas fue tan bonito.

Al principio no sabíamos de que hablar, claro no teníamos mucho de que hablar. Pero de saltar en tema en tema, nos fuimos sintiendo más cómodos al hablar. Dejaba que tu hablaras, ya que tu voz era tan melodiosa que me hechizaba y me hacía querer escucharte sin interrupciones. Tu te diste cuenta que me desconecte. Ese pucherito que hiciste sólo hizo que mi corazón se agitará como locomotora.

"Eres hermoso" fue de lo que salido de mis labios, tu te sorprendiste tanto que te volviste rojito como una cereza. Juro que no me avergonse ni me arrepentí de haberte dicho aquello. No pare de repetirlo hasta el punto de casi explotar de lo rojo que estabas. Amaba ver esa reacción.

A los siguientes días ya no eran miradas ni sólo saludos. Seguíamos hablando de muchas cosas más y conociendonos mutuamente. Me encantaba decirte los tierno y bonito que te veías cada día y ver los sonrojos de dichos halagos. Era una de mis cosas favoritas de la vida.

Nos juntamos casi todos los días. Y cada noche chateabamos hasta la madrugada del día siguiente.

Ya no podía ocultarlo más, caí enamorado de ti. Pensaba en ti. Hablaba de ti. Soñaba contigo. Y deseaba estar contigo. No quería que mis sentimientos no fueran recíprocos. Por lo que me decidí cada día de enamorarte. Palabras bonitas no faltaron cada día. Te buscaba después de clases para irnos juntos y hablar de no una, sino mil cosas. Te invitaba a comer en lugares comunes pero muy acogedores. Íbamos juntos a cada fiesta, más que todos para bailar.

●Your Man● KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora