Entro a la mansión y encontró a todos reunidos, buscaba a Maria, pero no estaba, sus hijos le comunicaron que la corrieron de allí. Esteban comenzó a sentir que su corazón dejaba de latir, un sentimiento de soledad volvió a su cuerpo, luego de todos los acercamientos que habían tenido no podía aguantar más estar lejos de ella. Sin pensarlo dos veces, poseído por la desesperación y desolación fue en su búsqueda, sin importar lo que todos pensarán. En su búsqueda por todos los lados, lo acompaño la lluvia y ese sentimiento que no se iba de él. Ya se había hecho de noche e iba por el último lugar, el parque, perdiendo ya la esperanza de encontrarla.
Ahí estaba, en el parque, bajo la lluvia, sola, vagando por esos lugares, su encuentro estuvo lleno de besos, abrazos, discusiones, reclamos y juramentos, que se vieron en aquel instante pero... ¿Podrían volver a renacer todo lo de hace 20 años? Bueno, no era momento de pensar en aquello, había que vivir el presente...
*ya dentro del automóvil*
-¿Estás más tranquila?
-Si
-Vamos a casa
-Noo, Esteban no. No pienso volver a la casa con los muchachos, fue muy fuerte todo, no estoy lista para volver. Llévame a mi departamento por favor.
-¿Estás segura de tu decisión?
-Sí. Llévame hasta allá, por favor.
-Está bien cariño, lo que tú digas _acariciando su mano_
El viaje siguió sin más nada que decir, ambos estaban empapados y al parecer esto traería consecuencias. El cuerpo de Maria empezaba reaccionar, comenzó a estornudar y a temblar de forma involuntaria.
-¿Te sientes bien? _preguntó con preocupación mientras la miraba de reojo_
-Sí. Solo que tengo algo de frío _Mencionó, mientras se abrazaba a si misma_
-Vamos, hemos llegado_ Dijo Esteban luego de unos minutos.
Acto seguido, Esteban, aparco su vehículo y se bajó de él. Maria iba a bajar por su cuenta, pero vio que Esteban se apresuraba por ayudarle
-Vamos, te enfermarás. -menciono mientras habría la puerta.
-Si eso haré. Gracias por traerme.
-¿Me estás despidiendo?
-Claro, debes de ir a tu casa.
-Nuestra casa _corrigió_ Y claro que no. Te acompañaré, no estás bien.
-Que si estoy bien, solo marchate a casa, te avisaré cualquier inconveniente.
-No confío en ti, así que vamos _tomo su fría mano con la de él, en las mismas condiciones_ apresurate que estas como un hielo.
Esteban jaló de ella y sin más reproches ella le hizo caso, tenía razón, y siguió avanzando con él sin decir ni una palabra. Al no tener llave, le pidieron al conserje del departamento que les abriera su puerta, así que este los acompaño.
Esteban llevaba de la mano a Maria, le encantaba sentirla cerca, la miraba a cada momento, notando como cada vez palidecía más.
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¿Qué pasó después...?
FanfictionLa Madrastra - Maria y Esteban Maria huyó de su casa luego de que sus propios hijos la despreciarán, una vez más, sin aguantar más el dolor que llevaba dentro de ella, decidió huir para no volver más...