First Part

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Las pisadas se hacían mas claras y el eco de sus maldiciones retumbaban en las paredes del pasillo, no podía creer que después de tantos años esto estuviese pasando, asustado temía cometer un pecado; imaginársela tan sonriente y gentil le emocionaba , hacia latir arrítmicamente su corazón y sin darse cuenta sonreía, en un mundo donde todo se había vuelto horror y obscuridad ella le hacía sonreír, mas eso no duraría mucho tiempo, ella había vuelto pero ¿cómo acercársele sabiendo que la lastimó?. Aquel recuerdo de sus palabras y de la expresión de ella, le derrumbó por completo el deseo de volverla a ver, antes de darse cuenta se hallaba frente al despacho del director y de su confidente al tanto de su delicada situación con aquella señorita en tiempos pasados, ¿Qué le diría a ella apenas la viera? Al levantarla mirada del suelo el paisaje se tornó más caótico; su mayor adversario y la personas que más odiaba se hallaba en aquella sala riendo animadamente junto al director, al lado suyo se encontraba aquella señorita taciturna mirando por la ventana acariciando su vientre un tanto preocupada, y aunque al verla de esa manera no entendía aquel gesto, no pudo evitar sentir simpatía. Severus se quedó en la puerta unos segundos antes de que sus piernas reaccionaran y decidieran devolverse sin tanto ruido. Un acto torpe, James lo había visto y un silencio sepulcral se había instaurado en la sala, mandaba al demonio todo sabía que no debía estar allí. Con paso decidido se dirigió hacia el laboratorio de nuevo; al mirar hacia atrás el desgraciado de Potter lo seguía, maldijo una vez más entre dientes y caminó más deprisa, corto por la sala de práctica del profesor F.Flitwick y en un movimiento desprovisto James cerró las puertas con su varita y un tanto agitado se dirigió hacia Severus un poco indeciso y con la mirada gacha, eso le hizo parecer más patético a Severus.

-Severus...tanto tiempo sin verle

Ante aquellas palabras un Severus pálido y agitado levantó su varita y dispuesto a todo, lanzó el maleficio cruciatus a James sin clemencia ni espera alguna. en sus ojos si alguien los viera Severus tenia rencor absoluto y un odio perpetuo hacia James. Mientras este último se retorcía pasaban fugazmente por la mente de Severus sus malos recuerdos con James Potter y su pandilla de cerdos despreciables. Así fuese expulsado de Hogwarts le haría pagar todo

-Severus e-espera por favor-decía desesperadamente James mientras buscaba algo con que defenderse

Severus ni se inmuto, ¿era una broma de mal gusto? usaba la misma frase que le repitió durante siete años de tortura y que James jamás escucho ¿ahora pedía clemencia?

*imperio-con otro maleficio manejo a James para que chocase con las paredes, el candelabro, las sillas, los instrumentos, todo lo que se hallase en la sala-¿¡perdón maldito gusano¡, espera que le perdone?

-si Severus si...a eso vine a disculparme-dijo James sangrando y con grandes moretones en su cuerpo

Un silencio se instaló en el salón Severus mantenía su mirada fija en los ojos de James mientras generaba cientos de hechizos en su mente que le podía aplicar

-Severus y-yo-

*miente-dijo Severus con voz de plomo mirándolo con más odio-crucio

James volvió al suelo mientras se quejaba de dolor, de esta no se salvaría fácilmente y aunque le diera rabia no poder sacar su varita y defenderse, no solo por el hechizo sino además porque sabía en el fondo de su ser que tenía la culpa, desde un comienzo comprendía que no seria bien recibido por Severus después de todo lo que le causo, no obstante si seguía así moriría a manos de Severus y no fue precisamente para eso a lo que regreso a Hogwarts, necesitaba a Dumbledore y...a Severus Snape. Solo había una manera de sobrevivir, enfrentarse a el ahora profesor de pociones, sin embargo, para lograr hablar con Severus debía apaciguar su furia interna y por una vez después de tantos años volverse a comportar como aquel mocoso malcriado de su juventud: tenía que pelear con Severus y lograr hablarle, conocía a Severus era bastante lógico, pero en momentos de ira como estos era imposible hablarle.

La profecía de Dumbledore: El sueño de Severus Snape PrinceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora