Tormenta de arena

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Llevábamos viajando en esta nave tanto tiempo que si mi cerebro no fuera el más desarrollado intelectual humano que existe en la tierra, ya habría olvidado cuantos son.
Muchas veces detesté estar en el trasbordador, no es un lugar que cumpla con reglas estrictas de higiene, no tenemos espacios designados y las personas no suelen cumplir acuerdos de convivencia.
Después de tanto tiempo viajando, sinceramente estaba exhausto, aunque en ese momento, ver tan lejos la tierra y toda su estupidez humana, me regresaba la felicidad, aún más cuando sentí el aterrizaje a mi lugar favorito en el sistema solar. Aterrizamos, procedimos a colocarnos nuestros trajes espaciales y salimos del transbordador.
La mayor majestuosidad y belleza estaba ante mis ojos, y por primera vez no era yo frente a un espejo, es realmente sorprendente. Exceptuando la horrible tormenta de arena, todo era perfecto. No podía dejar de admirar lo hermoso que es este planeta, y que finalmente estaba realizando mi sueño.
Estaban esperando nuestra llegada muchas amables personas, que apuesto estaban felices porque en su rostro podía observar una gran sonrisa, por supuesto, cada día soy mejor en esto de identificar las emociones de los demás.
Amy decía que aquellas personas estaban felices por la llegada del ingeniero que repararía su conexión con la tierra y algunos sistemas de riego, pero, siendo sinceros, ¿Quién se alegraría de la llegada de un ingeniero?, y peor aún, ¿Quién estaría feliz de tener conexión con la tierra?, no quise herir sus sentimientos, pero los argumentos de amy no tenían sentido.
Procedimos a entrar al lugar que se convertiría en nuestra residencia, una muy pequeña recámara aislante de radiación, polvo y con un sistema de ventilación de oxígeno. Era perfectamente indispensable para la vida, de verdad, el gobierno norteamericano si que escatimó en recursos.
Dos días después, salimos a sondear el terreno, caminamos demasiado para mi gusto, pero bueno, Amy me advirtió esto, no podia quejarme. Estuve días posteriores encerrado en el laboratorio desarrollando el proyecto que nos llevó a ese planeta. Todo iba bastante bien, hasta que llegaba la hora de la cena, ¿Quién come comida enlatada en la cena?, todo apunta que los colonos, escasos de buen gusto culinario. Estaba consciente de que no comeríamos pizza los jueves en la noche, pero esperaba algo mejor para la mente más brillante del planeta.
Dejando de lado el tema de la horrible comida, un día que parecía bastante común, llego a mi puerta un habitante de la colonia, el representante de esta. Me dió una noticia increíble, ¡habían encontrado un posible agujero Einstein-rosen y como único físico teórico, querían que colaborara con investigaciones para saber que tan factible era viajar a través de el, y conocer que tan estable podía ser. Sin duda ese fue el mejor día de mi vida, no solo logré salir de la tierra, sino que también lograría salir de el sistema solar.

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2019 ⏰

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