Las calles de tarde, las calles de noche.
Los viajes en tren.
Los conciertos.
Las partidas de póker.
Los helados en invierno porque sí,
con el mundo viéndonos como locos
mientras reímos y nada más.
Las cosquillas.
Los abrazos.
Las peleas.
Las lágrimas.
Las despedidas definitivas y las que dejamos en suspenso para vernos después.
Las canciones.
Los libros.
La comida.
Las fotografías.
La estación.
Todavía quedan miradas cómplices después de esa canción.
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Contraluz
Poesía"Todavía te veo brillar en la oscuridad. Aunque te cargues con mil sombras". Poemario.