-¡Emma! ¡Despierta, hemos llegado!- gritó Amanda mientras me sacudía de un lado a otro con emoción.
Los nervios y ansiedad me causaban nauseas, no puedo creer que haya aceptado venir. Bajamos del avión y nos juntamos con la clase de francés de Amanda mientras esperábamos que nuestras maletas aparecieran. Un hombre de cabello negro, bajo y gordo, vestido con unos pantalones cafés y una extraña camisa sucia amarilla crema subió arriba de un basurero del aeropuerto y pidió silencio. El hombre mal vestido se aclaró la garganta.
-Bienvenidos sean clase, me presento, soy el profesor Harold Miculsa y en este viaje seré su guía. Como saben, se han escogido los 20 mejores estudiantes de la clase para traerlos a este maravilloso lugar con el fin de profundizar mas el idioma y acento. Se les ha permitido invitar a alguien al viaje con la condición de enseñarle a éste el idioma. Tendremos sólo tres días para disfrutar de París así que sean cuidadosos con sus actos. Dejenme advertirles, este viaje se hizo con fines educativos y si alguien osa de cometer algún error o desobedecer las ordenes que se dan estamos autorizados a volver a enviarlos a su país. Nos encontraremos en el hotel Crusso.
-¿Así que me tienes que enseñar a hablar francés?- le susurré a Amanda.
Nuestras maletas aparecieron y salimos a la calle en busca de un taxi.
-¿Que tienes pensado?- me preguntó mientras buscaba con la mirada un taxi.
-¿Que?
-¿Que tienes pensado?- repitió- Cuando lo veas o en donde se encontraran.
-No le he contado que estoy acá.
-¡Emma!¿Por qué?
-Es que.. No se si debo encontrarme con él...
No podía engañar a nadie, soy asquerosa, nunca se fijará en mi. Apuesto a que si me ve lo espanto. Observé mis pies mientras con mi mano derecha acariciaba mi antebrazo izquierdo.
-No me vengas con eso, eres hermosa y lo dejarás loco.
-Si, claro...-dije sarcástica.
Un taxi paró y nos subimos.
-Hotel Crusso por favor.-dijo mientras le pagaba al taxista.
El automóvil comenzó a moverse.
-Si tú no le dices que estás acá-dijo Amanda- ... Entonces yo lo haré.
Después de unos 30 minutos de viaje finalmente llegamos al hotel. Amanda pidió las llaves de nuestra habitación y subimos al ascensor de cristal. El hotel era bastante lindo, probablemente era de 5 estrellas, y el ascensor transparente nos dejaba observar París y sus bellezas mientras subíamos de piso en piso.
-Esta vista es maravillosa.-dijo Amanda mientras observaba por la pared de cristal.
El ascensor se detuvo en el piso 7.
-Pensé que teníamos el piso 8..- dije confusa.
Las puertas se abrieron. Mis piernas comenzaron a temblar, mis manos a sudar, sentí un escalofrío recorrer mi columna, mis ojos se abrieron como platos del asombro. Miré hacia mi maleta, dios mio, nunca antes me había sentido así, tan... Nerviosa. Observé de reojo a Amanda, ella estaba boquiabierta, me observó y me sonrió.
-Disculpen, esperaremos al otro ascensor.- dijo apresuradamente al ver nuestras maletas.
Mis cabellos se erizaron, mi corazón se apresuró, tengo que calmar mi respiración. Su voz... Dios mio, era increíble.
-No, si quieren pueden entrar. Nosotras solo subiremos un piso más, no es una molestia.-dijo Amanda.
Creo que por primera vez podía imaginar mis manos estrangulando a Amanda. Observé para atrás, intentando distraerme. Ellos entraron al ascensor. Sentí una extraña sensación en mi brazo, era su muñequera de rayas rojas y negras rozando mi piel. Comencé a mover mi pie nerviosamente. El ascensor comenzó a subir y las puertas se abrieron. Una sensación de alivio me consumió.
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Not Fine At All | FanFic rubiusOMG
FanfictionCuando estas sola tus demonios aparecen. Ellos te susurran. Tratas de ignorarlos pero tu consciencia falla. No serias capaz de herir a alguien, oh no, no serias capaz. Instantáneamente reemplazas las voces con lágrimas, y luego sangre. Un, dos, tres...