Magnus y Alec se encontraban teniendo su quinta cita (no es que Magnus las estuviera contando, ni a sus encuentros ocasionales, claro), ambos sentados en el sofá del departamento del brujo, intercambiando bromas tontas y sacando temas de conversación aquí y allá, sin aburrirse, curiosamente, en ningún momento.
Magnus, aún, no podía creer el hecho de haber conocido un cazador de sombras como Alec. Sí, había mantenido relaciones con algunos de ellos en el pasado, que no eran tan horribles como la mayoría, pero el chico Lightwood, de alguna forma, se salía de lo establecido por ellos: es como si existiera en un mundo completamente distinto, como si las diferencias que los cazadores de sombras tanto se esforzaban en implantar, entre ellos y los subterraneos, no existieran. Magnus, desde que lo conoció, jamás fue tratado de manera despectiva ("Brujo" o "Mitad demonio", lo cual, en realidad, había escuchado muchas veces a lo largo de su vida), siempre con respeto y, posteriormente, cuando la relación se extendió aún más, cariño. No es como si, en el pasado, no hubiera conocido a nadie que le gustara, claro que no, pero en Alec había algo distinto, algo que le atraía y le hacía sentir tan relajado y seguro, que, al momento en que ambos se sentaron a ver una película, Magnus se dejó caer junto al otro, poniendose cómodo.
Debió de notar, sin embargo, que se encontraba demasiado comodo, al momento en que Alec lo miró, una expresión de asombro en el rostro.
Magnus le devolvió la mirada, sabiendo, al momento en que el otro entrecerró la mirada, que era lo que estaba sucediendo. Lanzandose rapidamente al otro lado de la habitacion, tapando sus ojos con ambas manos, Magnus maldijó a su padre y todos los demonios que se encontraban por allí.
El rechazo no podría soportarlo, no viniendo de Alec, la primera persona que despertaba una sensación en el desde hace más de cien años: Magnus había aceptado el hecho de ser un brujo desde hace tiempo atrás, cuando su padrastro intentó matarlo y él escapó, tomando el titulo de "El Gran Brujo de Brooklin" y haciéndole honor a éste, pero, si había algo que realmente no toleraba, que ocultaba del resto del mundo en todo momento, eran sus verdaderos ojos, su marca de brujo. Gracias a ésta, fue que comenzaron los problemas. Cuando su madre lo vio, sabiendo lo que realmente era, decidiendo suicidarse al notar que habia engrendrado a un monstruo..., Magnus, a pesar de los años, había mantenido aquel recuerdo tan claro que, a veces, dolía. No podía evitar pensar de lo que hubiera sido su vida si, en lugar de ello, su madre lo aceptaba, lo intentaba ayudar, pero incluso ella, su propia sangre, no había tolerado el demonio que era, entonces, ¿Por qué lo haría Alec?
Claro que el chico, probablemente, recibió información sobre los brujos cuando era pequeño, sabiendo que éstos tenían una marca, pero, Magnus supuso, saber que la marca del diablo existe y observarla, eran cosas completamente distintas.
--Uh...--murmuró, al no recibir respuesta del otro chico. Alec se había quedado en completo silencio--, lo siento, lo siento mucho. No era..., no quería..., mi error, no debería de haber caído el glamour--Magnus recordó, por unos momentos, la sensación de comodidad y confort que había sentido, lo suficientemente grande e intensa como para que, incluso, dejara caer el glamour sin darse cuenta.
--Magnus--Alec exhaló, sin moverse.
El mencionado se volteó, los ojos ya cubiertos, y lo observó, por primera vez en mucho tiempo, con timidez. Alec sintió una punzada en el pecho ante la imagen, sin querer verla de vuelta. Éste no era su Magnus, todo timido e inseguro. Él odiaba a quién le había hecho eso, el creer que aquella parte de su cuerpo, aquella parte de el, no era hermosa, como el resto.
"--Dejalo caer--pidió entonces, suplicante.
Magnus pensó que, en realidad, no había mucho que perder, ya que Alec había observado sus ojos minutos antes, por lo que dejó caer el glamour, sintiendose tan expuesto como no lo había hecho en años. Se sentía vulnerable, casi como si estuviera dejando el camino libre para que Alec le rompiera el corazón, lo abandonara.
--Puedo mantenerlos ocultos--murmuró, sabiendo que debía de parecer un estupido desesperado, pero poco le importó;--, no tienes por que verlos. Lo siento.
--Uau--Alec dijo, inclinandose hacía adelante y sin mostrar ni el más minimo signo de haberlo escuchado. Magnus alzó las cejas--. Quiero decir, es como, wow. Una combinación de verde y...¿Amarillo? Y las pupilas, nunca había visto algo así, a pesar de que observé varias marcas de brujo..., es increíble, en serio, no puedo creer que no me la enseñaras antes--luego agregó, rápidamente, como si recién cayera en cuenta sobre sus palabras--. Quiero decir, entiendo completamente el que no quisieras, pero..., ¿Cómo pudiste pensar que te repudiaría por ello?
Magnus parpadeó, los ojos repentinamente llenos de lágrimas, y no contestó.
"--Ósea, eres precioso, Magnus Bane. Ni siquiera necesitas todo aquel brillo, purpurina, lo que sea, para realmente brillar, tu presencia es suficiente. Y siempre fuiste el único lo suficientemente importante como para darme valor y mostrar mi verdadero yo, me has ayudado tanto...y la marca de brujo es algo tuyo, algo que pertenece a ti, y estoy enamorado de cada parte, marca de brujo o no, por el simple hecho de que eres tú, así de simple.
Para éste momento, Magnus se encontraba llorando.
Jamás hubiera creído que alguien le diría algo así, mucho más con respecto a su marca de brujo, la marca del demonio. Pero allí estaba Alec, aquel estúpido, hermoso, adorable e inteligente cazador de sombras, diciendole que era completamente perfecto, diciendole, por primera vez, que estaba enamarado de él.
Magnus no podía hacer más que lanzarse a besarlo, intentando demostrarle lo mucho que le agradecía y correspondía por ello.
¿Qué les pareció, les ha gustado? Estaba insegura con respecto a subirlo, espero que sí :)
¿Quieren dar ideas para el próximo capítulo/fic? Puede ser de cualquier ship, no solo Malec.
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Magnus's eyes (MALEC)
FanfictionMagnus había aceptado el hecho de ser un brujo desde hace tiempo atrás, cuando su padrastro intentó matarlo y él escapó, tomando el titulo de "El Gran Brujo de Brooklin" y haciéndole honor a éste, pero, si había algo que realmente no toleraba, que o...