Sonder

Capítulo 1

5 años después

- ¡Mierda!- doy un pequeño grito al sentir que la alta temperatura de la sartén quema mi piel

Estúpido omelette.

¿Por qué no inventan algún tipo de omelette instantáneo? Ya lo hicieron con las pastas, ¿qué tan difícil puede ser crear un maldito omelette instantáneo?

¿O ya existen?

Trato de sacar esos pensamientos estúpidos de mi mente y me concentro en revisar la irritación que dejó la quemadura en mi piel.

Arde.

- ¡¿Qué sucede?!- pregunta mi hermano Axel mientras lo veo salir corriendo medio adormilado de su cuarto.

- Nada- respondo - Sabes que lo mío no es cocinar, es una simple quemadura, estaré bien.

Axel sólo da un pequeño bufido

- ¿En serio Kaysa?- pregunta mientras niega con su cabeza - Sabes que eres un desastre para cocinar, además, ya son las seis treinta, ¿por qué continuas aquí? ¿No llegarás tarde al trabajo?- dice mientras toma mi mano y revisa mi pequeña herida, yo ruedo los ojos.

- Sólo se necesita un adulto aquí Axel, no dos- digo haciendo una mueca mientras Axel aún continua revisando la enrojecida zona.

Niega con la cabeza

- Iré por el botiquín para curar eso- murmura antes de volver a entrar a su habitación

No miento cuando digo que Axel actúa completamente como un adulto, tal vez tenga 16 años pero estoy segura que es más maduro que un hombre de 30. Es un gran chico, hace mi vida más sencilla.

Los tres; Axel; Eyra, nuestra hermana menor de 13 años; y yo, tuvimos que madurar a muy corta edad, tuvimos que aprender a ser independientes muy rápido.

Axel es un chico excepcional, tiene notas perfectas, es bondadoso y cálido, le encanta ayudar y nunca da problemas, literalmente nunca. A veces me gustaría que diera uno que otro problema, no muy grande.

Lo sé, estoy loca por decir eso pero él sólo tiene 16 años, quiero ver que se divierta y que tenga la oportunidad de hacer todo lo que yo nunca pude. Pero ese chico es necio, y se empeña en tratar de aligerar lo que él llama "mi carga".

Axel está cubriendo mi herida con una bandita mientras escucho un perezoso bostezo acercarse.

Eyra.

Eyra tiene 13 años, y es completamente una princesa, le encanta el rosa, las flores, los vestidos y todas esas cosas que se supone le deben de gustar a una niña de su edad. De los tres es la que mas vive una vida normal.

La amo tanto, siempre tiene una sonrisa en su rostro y no importa que haya tenido un día de mierda en el trabajo, cada vez que llego y la veo sentada en la mesa haciendo su tarea o dibujando o en realidad haciendo cualquier cosa tiene una sonrisa del tamaño del mundo que alegraría hasta Hitler, caro si el parásito siguiera vivo.

Tengo buenos hermanos, los mejores, sé que cualquier hermana orgullosa diría eso, pero es en serio, sí tengo a los mejores hermanos.

- ¿Qué te pasó en la mano Kay?- pregunta afligida guiando su mirada a la bandita que Axel puso.

- No es nada dulzura, solo fue un pequeño roce, estaré bien- la tranquilizo y beso su frente cubierta por el cabello rubio que nos caracteriza a ambas.

Asiente de manera insegura, como si realmente no creyera que solo fue un roce y que en realidad no estoy bien.

La amo.