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- Jungkook -

Eran vacaciones de invierno, miraba por la ventana.
Estaba lloviendo en Seúl, usual de esta estación. ¿Qué esperar? No me podía quejar, igualmente los días de lluvia eran de mis favoritos.
Hoy Taehyung venía a jugar cartas a mi casa, tradición de estos húmedos y fríos días.
Mamá no estaba en casa, había ido a Myeongdong a hacer alguna de esas cosas como mirar ropa o collares caros los cuales nunca compraría, mejor para mi, no me molestarán mientras esté con Taehyung.

Cepillaba mi pelo, hoy estaba especialmente rebelde.
Tenía una duda existencial entre sí echarme colonia de vainilla o simplemente desodorante.
He de añadir que esa colonia me la regaló Taehyung ya que decía que le recordaba a mi... Creo que ya sé lo que me voy a poner.

El timbre sonó, retumbando en las paredes de mi casa, mi compañero de jugar cartas estaba aquí.

— Hola Tae, pasa, ¡Estás mojado!- abrí y dejé pasar al invitado, mientras se descalzaba miré su espalda empapada era muy bonita... Joder, ¿Qué mierdas estoy diciendo?
— Hola Jungkook, me olvidé el paraguas por ahí. - sorbió su nariz y sonrió levemente.
— ¿Qué traes? - tenía un paquete (olía demasiado bien) de Starbucks.
— Café y muffins.
— Has pedido caramel macch... - antes de que pudiera terminar ya me había puesto un dedo en la boca haciéndome callar, para luego asentir. Me conocía.
— ¿Está tu madre?
— No, está en Myeongdong. - subió las cejas levemente, haciendo un pequeño ademán de sorpresa y empezó a andar hacía las escaleras para subir a mi cuarto. - Yo ya subo, voy a por una bandeja para dejar las cosas que trajiste.
— No es necesario, anda, sube conmigo. - resoplé y me encaminé hacía donde se encontraba.

Al llegar a mi cuarto, abrí la puerta y pasé, estaba echo un caos, como siempre pero ya daba igual supongo que de tanto venir y verlo así ya era algo normal, costumbre.

— Bueno - miré la bolsa, todo mi cuarto se estaba llenando de olor a café, no era de mi desagrado.
— Bien, voy a coger las cartas. - estaban encima de mi mesa.
— Oye.
— Qué. - estaba muy ocupado barajando así que no le estaba prestando atención.
— Estaría bien que me miraras.
— Voy. - terminé de barajar y lo miré con expresión aburrida. - Me has cortado el rollo.
— ¿Hacemos algo diferente? - subió los hombros.
— ¿Como qué? - se revolvió un poco el pelo y me miró con mirada juguetona. - No seas tonto.
— Era broma... ¿Quieres que vayamos a tomar esto al parque?
— Está lloviendo. Qué frío Tae. - sonrió y se levantó de un brinco.
— Eso es lo guay amiguito. Arriba. - extendió su mano y me ayudó a levantarme.
— Voy a cambiarme ¿Vale? Si salgo así me va a dar algo. - asentió, se sentó en mi cama y empezó a mirar su celular.

Me saqué los pantalones de pijama y la camiseta, estaba en boxers frente al espejo de mi cuarto cuando me di cuenta de que Taehyung me estaba mirando fijamente el torso. Es un pervertido.

— ¿Qué haces? Vuelve a mirar tu teléfono cerdo. - se sorprendió y río un poco.
— Es que eres muy guapo, tu cuerpo es muy bonito. - abrí los ojos y me di la vuelta, seguro que estaba sonrojado.
— ¿C-como? - lo miré con desconcierto, él había vuelto a mirar la pantalla.
— Lo que escuchaste, sigue cambiándote o te pondrás enfermo sin ni siquiera salir a la calle.

Eso hice, me cambié, me puse una sudadera oversize gris y unos pantalones negros anchos junto con mis amadas Timberland.
Bajamos las escaleras agarramos paraguas y salimos de casa, yo seguía sorprendido por las palabras que dijo Taehyung de mi, no las solía decir casi nunca, a nadie, no le gustaba mostrar demasiados sentimientos, así era él.

Caminamos unos 15 minutos mientras hablábamos de nuestras cosas, como la escuela o lo que haríamos este invierno.
Al llegar al parque nos sentamos en el banco más lejano de la multitud, donde tuviéramos mas privacidad por así decirlo. A ninguno de los dos nos gustaban los sitios muy concurridos.

— Toma, tu café, sigue calentito. - me lo extendió y yo sonreí bastante al ver mi cosa favorita de la vida, Taehyu... Digo, un caramel macchiato.
— Gracias.
— Nada.
— Oye, ¿Cómo está tu abuela? - la abuela de Tae estaba algo débil de salud y pues a él le estaba tocando cuidarla ya que toda su familia estaba en Daegu menos él y su abuela. A mi me pasaba parecido, toda mi familia menos yo, mi madre y mi tía vivían en Busan.
— Pues... No está mejor, pero tampoco peor. ¿Sabes? Yo creo que lo mejor sería que volviera a su pueblo en Daegu, allí es todo verde, todo naturaleza y aire limpio, no como aquí que respiras mierda. Todo afecta. Yo creo que sería lo mejor, las medicinas ya no surten efecto en ella y sería bonito que pasara los últimos momentos viviendo como ella quiere, con la gente que ella quiere y conoce desde que era una niña de 5 años. Pero mis padre se opone, es su madre y quiere que tenga atención de los mejores médicos y que a la mínima alarma de empeoramiento pueda ser atendida y cuidada profesionalmente. En el fondo lo puedo llegar a entender pero no le veo mucho sentido, estar en un sitio que no desea le repercute, estar encerrada en una cama no es bueno Kook.
— Hazlo.
— ¿El qué? - me miró con expectación y yo le puse mi mano en la pierna para tranquilizarlo.
— Llévatela a su pueblo, aunque sean unas semanas. Qué respíre ese aire tan puro del que hablas y que disfrute de tardes con la gente de su infancia.
— Si lo hago... ¿Vendrías?
— Si me lo pides... Supongo que si.
— Te lo estoy pidiendo idiota.
— Pues entonces iría encantado. - me miró sonriéndome y me abrazó. Cuando quería era tierno y todo. Se notaba que lo que más quería en esta vida era la salud y bienestar de su abuelita.
— Gracias Jungkookie. - le guiñé y le di un sorbo al tibio café. El hizo lo mismo.

Había empezado a anochecer, volvimos para mi barrio, el me dejó ahí y siguió hacía su casa. Lo veía alejarse poco a poco con mi paraguas negro prestado y su pelo húmedo por la lluvia que había recibido por compartir paraguas conmigo a la ida y a la vuelta, ya que es idiota y se había olvidado el suyo en Starbucks.
Cerré las cortinas, su figura se había desvanecido y ya no tenía más ganas de mirar por la ventana me estaba aburriendo.

A quien quiero engañar, si solo miraba la ventana por él.

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¡Hola! Soy Sky.
Espero que disfrutaran de este capítulo.
Esto era una pequeña sugerencia para la gente a la cual le gusta escuchar música mientras lee.
Tengo una playlist en Spotify llamada
"Wattpad sxftye" pública en la cual he dejado la música perfecta para leer esta historia súper bien ambientada.
* Hay canciones como: I.L.Y, If You, The Truth Untold, Last dance, Coffe, BABY, I loved You...
Espero que les guste esta idea, disfruten de este libro.
¡Los quiero!

- sky.

coffee | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora