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- Jungkook -

Mi madre me había dicho que estaba de acuerdo, con la condición de hablar con Taehyung, por mi problema de los pulmones, nada grave pero que se debía tener cuidado.
Mi problema básicamente era que mis pulmones no drenaban bien y si hacía demasiado esfuerzo físico pues podía faltarme el aire y cosas de esas... Un asco. Pero nada que impidiera vida normal.

Estaba haciendo la maleta, iba a ir luego a casa de Tae a cenar y para comprar los pasajes, quizás hablaba algo con su abuela.

Camisetas, pantalones, sudaderas, calcetines y demás cosas ocupaban el 80% de mi habitación, me tenía que organizar ya que el viaje era dentro de 2 semanas, y tenía una duración de 3 semanas... Y yo con una maleta enana. O eso me parecía a mi.

Era ya la hora de ir a casa de Tae, así que me despedí de mamá y salí por la puerta.
Mierda, hacía frío (¡¡¡que novedad!!!)
Le escribí para avisarle que ya estaba de camino, cosa que él nunca hacía aunque sabía que me molestaba el hecho de que pasara de mi cuando le había pedido algo tan fácil como "avísame cuando salgas por favor" (supongo que no me avisaba para molestarme justamente...) ¡Joder parezco mi madre!

Esta era la casa, tenía únicamente 3 luces encendidas, como se haya quedado dormido para cuando se despierte seré un bloque de hielo.
Vale, no está dormido por que acaba de gritar "mierda" bastante fuerte.

Toqué el timbre y abrió la puerta dejándome pasar sin decir ni una palabra.

— ¡No saludes que está prohibido! - Tae se río falsamente y yo lo miré con cara de asco, qué 2.
— Anda, ven a saludar a mi abuela tonto. - nos encaminamos a un cuarto con la puerta cerrada al cual se le escapaba una tenue luz por abajo de la puerta. Tae tocó y una voz dulce formuló un "¡Pase!" a esto Taehyung abrió la puerta y ahí estaba recostada en su cama leyendo una revista.
— Hola. - hice una reverencia y sonreí.
— Abuela, este es...
— Shhh, calla que el sabe hablar.
— Soy...
— Jungkook, el casi novio de mi TaeTae.
— ¡Abuela! - yo empecé a reírme bastante y Taehyung se puso extremadamente rojo. - No somos novios, ¿cuántas veces tendré que repetírtelo?
— Bueno, dime cariño, ¿cuál es tu edad?
— 20.
— Como mi Tae.
— Tengo 22.
— Ah.
— Bueno, abuela... ¿Prefieres cenar aquí o con nosotros?
— Con vosotros, tengo la suerte de poder levantarme, aunque no lo parezca, me tiro todo el día aquí sentada cuando puedo hacer muchas cosas, solo que se empeñan en que lea y de conversación. ¡Menos mal que no me ponen a tejer! Si no les clavaba las agujas. Se creen que por ser mayor eres inservible hijo, no dejes que hagan eso contigo cuando seas mayor. ¿Entendido? - asentí y me reí bajito, esta mujer era muy agradable. Qué suerte tiene Tae, tiene que reirse mucho con ella.

Llegamos a la cocina, estaba bastante ordenada para ser Taehyung, sorprendente.
Nos sentamos y él sirvió ramen, pero olía a quemado así que algo pasaba...

— Gracias Tae. - sonreí y los probé. - están buenos.
— Son de bote, dale las gracias a la empresa. - su abuela río y le sonrió a Tae el cual resopló.

Tuvimos una charla bastante tranquila sobre comidas, chefs y restaurantes coreanos. Me lo pasé bastante bien.
Al final lo que olía a quemado fue un intento de pastel de espinacas el cual se quemó por pasarse de tiempo en el horno. Este chico...

Terminamos de cenar y nos despedimos de su abuela, ella iba a dormirse, según ella era muy tarde para ella ya. Subimos a su cuarto, tenía ganas de verlo.
Entramos y olía todo a Taehyung, lo cual me gustó ya que amaba como olía Tae ciertamente, tenía el portatil sobre la cama, lo cogió y se sentó en su cama, la verdad es que no sabía que hacer ya que no iba a acostarme así de primeras en su cama.

coffee | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora