¿Realidad? ¿Ficción? ¿Imaginación?

Mago

Tú, mago mío, estás ahí, a un lago de distancia. En silencio, con la mirada perdida, los dedos inquietos, el rostro pálido, la respiración agitada, los ojos nublados. ¿Quién fue, amor mío? ¿Quién sin corazón, se fue robándote el alma y dejándote vacío? ¿Quién dejó ese sin sabor? ¿Quién te quitó las ganas de volar? ¿Dónde está esa idílica sonrisa? ¿Dónde quedaron tus alegrías? Se fueron, con aquella que sin compasión decidió dejar presente sólo su ausencia. Decidió renunciar. Vino, fue tu cielo azul, se cansó y te dejó en nubes grises, anunciando una tormenta solitaria.

Mago mío, tenemos tanto en común; un cuerpo usado, un alma desalentada, una mirada desierta, una sonrisa tan fingida, un corazón muerto. Eran innumerables tristezas, buscando por dónde salir, los ojos ya no podían llover más y la boca no dejaba de bramar ese maldito viejo nombre...

Desfalleciendo estamos, sin expresión andamos, sin sueños nos levantamos, sin suspiros respiramos. Viejas pasiones nos acabaron. Nos perjudica el pasado. Bebemos y las malditas penas siguen ahí, se reflejan en las botellas. Fumamos y el viento malvado nos da un puño en todo el rostro cuando sentimos esos viejos y deliciosos olores...tan de ayer. Olores, sabores, lugares, madrugadas, sábanas, gemidos, besos, picardías, abrazos, lágrimas, secretos, locuras. Todo, todo vuelve a nosotros, y nos nubla los ojos.

Ven a mí, amor mío. Ven y déjame ser esa brisa fresquita que te soba el rostro, déjame ser esa lluvia que empapa el alma, déjame ser esa noche, esa madrugada llena de vida, de letras, de ritmos, de vino, de té, café, de jazz, de rock, de Sosa, Cabral, Sabina, Cerati, Spinnetta, Charly, de Benedetti, Cortázar, Frida, Storni, Peri, Rossi. Déjame ser ese atardecer, de esos que tanto te cautivan, déjame ser ese lugar, donde van siempre los enamorados, conocido como el paraíso. Esa sensación, esa serenidad, ese suspiro, ese solecito delicioso, ese cielo azul, esas alas, esa tierrita fértil que da buena vida, esa arena que divierte a los pies, ese bosque lleno de buenos placeres... Quiero hacerte vibrar el alma, quiero liquidar ese infernal dolor, producto de un viejo amor. Quiero ser tu presente, ahora. Déjame hechizarte como sólo las locas sabemos hacerlo... Mago mío, yo te propongo, ¿qué tal si renacemos juntos? de las cenizas, nacerán las ganas de vivir, de quere(te).

Te invito a volar con las alas rotas.
MAGO.