Ghost Of You. 《KOOKMIN》ONE SHOT

Stay

Jungkook caminaba arrastrando los pies por el alfombrado piso, una botella de whisky en la mano mientras esperaba por poder ver aquel par de ojos sonreirle.

- ¿dónde estás?.- arrastró las palabras junto a su cuerpo hasta el mueble más largo de la sala.- aparece...quiero verte...- un sollozo se le escapó, llevo la botella hasta su boca intentando ahogar su llanto porque sabía que a Jimin no le gustaba verlo llorar.

Su mente divago a aquellas veces cuando Jimin llegaba a casa luego de una larga jornada, navegó sin timón a lo más profundo de sus recuerdos donde su amado se reía de los chistes que contaba, como sus pequeñas manos cubrían su rostro al verse avergonzado por reír tan fuerte.

Recordó la primera vez que lo vio, su cabello rubio y ondulado bailando por el aire, recordó la primera vez que lo besó, en como los pomposos labios del rubio se posaron sobre los suyos. Recordó la primera vez que hicieron el amor, las pequeñas manos de Jimin sosteniendo todo su mundo, su risa, y en como Park odiaba la forma en que Jungkook acomodada el lavavajillas.

Lágrimas se presentaron como cascadas sobre sus mejillas sin cesar, se puso de pie furioso al no poder conseguir lo que había visto noches anteriores.

- ¡Park Jimin vuelve!... te necesito... No puedo hacer esto sin ti...- el castaño caminó a la cocina donde aún seguía la taza de café de Jimin, aún con el liquido que habia dejado a medias antes de esa trágica noche.- todo es mi culpa... No debí dejarte ir...

Jungkook sostuvo la taza y se abrazo a ella llorando con más fuerza, está roto y destrozado, su amado lo había dejado hace menos de 2 semanas y no sabía cómo lidiar con ello. Las cosas pasaron tan rápido ante los ojos de Jeon que no supo como reaccionar, sólo se culpó por ser el responsable y el único que debio morir en ese accidente de auto.

- lo siento tanto... - cogió su botella, la taza y subió a su habitación la cual no habia pisado desde su último día sobrio, una semana y media para ser exactos. Miró la cama aún desecha, las pantuflas que solía usar y aquella lámpara de noche que en un principio se le hizo estúpida, sus lentes sobre el buró y aquel libro que solía leer, dio un sorbo más a la botella y se recosto del lado que solía ocupar el rubio. Admiro con dificultad la borrosa foto de ellos sobre la mesa de noche, su corazón cayó al vacío al saber que no podría escuchar más su voz, su risa, los sonidos raros que hacía cuando se quejaba y los que él le provocaba.- debí ser yo...

Sollozo tras sollozo se escuchó en toda la habitación hasta que el sueño pudo más y cayó rendido.

Jungkook despertó luego de sentir que el peso de la botella en su mano faltó de repente, miró la sustancia sobre la alfombra y el retrato de Jimin a su lado. Apresurado y aún ebrio se bajo por ella examinandola de que no haya sufrido algún daño.

- oh jungkookie... mira el desastre que haz hecho. ¿ qué harás al respecto? Tu nunca me haces caso, te he dicho que no bebas en la cama, la última vez la señora de la lavandería me cobró de más porque le costó tres lavadas quitar la Mancha de vino de la ropa de cama.

Los ojos de Jeon se abrieron con demasía, sorprendido de ver al rubio recostado sobre la cama y regañandolo por su accidente lo lleno de alegría y nostalgia.

- ¿por qué me miras así? No te estoy regañando mi amor. Sólo te pido seas más cuidadoso.- abrió sus brazos hacia él invitandolo a fundirse en ellos.- déjalo así, podemos limpiarlo luego. Ahora ven aquí.

Jungkook se puso de pie y se lanzó sobre el rubio, lleno sus fosas nasales con ese aroma a vainilla y menta que Jimin desprendía, lo miro como las innumerables veces que lo hizo. Acaricio su rostro creyendolo irreal, sabiendo que era irreal.

- te extrañe.- susurró Jungkook mientras sostenía el rostro del mayor y cerraba los ojos.- te extrañe tanto... por favor no te vayas, quédate conmigo un rato más, sólo un rato más. Déjame sentir tu calor otra vez, déjame oir los latidos de tu corazón y lo hermosa que es tu risa.- el castaño lo miro a los ojos con tristeza.- No te vayas, quédate... todo fue mi culpa, no debiste ser tu...

- Bebé... No fue tu culpa, él otro tipo estaba ebrio, él tuvo la culpa al no respetar el semáforo y chocar contra nosotros.

- tu no mereces sufrir... agonizaste...

- ya no sufrí después de eso, pero lo hago ahora, al verte así. Jungkook, a ti ni te gusta el alcohol, mucho menos el whisky, y esa me la regalo mi padre.

-la necesitaba para verte.- se acomodó entre los brazos del mayor.- si sólo así puedo verte esa será mi nueva técnica.

Jimin negó sonriente.

- nada de eso Jeon Jungkook.- lo miro desde arriba.- quizá no me ves estando sobrio, pero yo sigo aquí... justo aquí.- señaló su pecho.  Yo no voy a morir hasta que tu dejes de recordarme, aquí seguiré.- besó su frente.- te amo tanto Jungkook. Ya todo pasará.

Jeon se dejó acurrucar por un rato más hasta que el sueño le ganó de nuevo, pero está vez un sueño profundo lo alcanzó, donde no había necesidad de alcohol para poder ver esas hermosas líneas rectas sonreirle y esos labios que aguardaban por él.