One And Only You

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Un pincel, un lienzo algo maltratado por estar tanto tiempo guardado en una caja, música suave y en soledad. Con un par de dulces trazos sobre el lienzo fue apareciendo una hermosa rosa, que por alguna razón, no tenía color.

Era monótona, estaba vacía e incluso podria decirse que era insensible o quizás solo era el principio de algo ¿De qué? Quién sabe, hay que tomarlo con calma.

El lienzo secando junto al ventanal era observado con un detenimiento envidiable. Unos ojos vibrantes y con una chispa azul que revoloteaba.

Se miraba a si misma preguntándose porque no era igual. El dibujo en el lienzo se veía tan suave y dócil, era lo que todos querían pero si se escaneaba a si misma lograba ver unas grotezcas espinas que hacían daño, tenía unos pétalos más grandes que otros y los del centro estaban mucho más juntos que los de la parte más superficial, el tallo de un verdoso amargo, grueso y nada delicado, añadía en su mente, sin hojas que pudieran darle un poco más de vida.

Que equivocada estaba, sus espinas eran la principal defensa que necesitaba para tan hermosos pétalos, no eran iguales y eso cualquiera podía notarlo mas le hacía tener un encanto natural, tenía su tallo grueso y fuerte para sostenerla en lo alto, impidiendo que fuera débil y si no tenía un par de hojas que la adornaran era porque había crecido así y seguía siendo perfecta.

Ambas eran distintas, una trazada delicadamente y apetecible para todos y la otra un poco más grotesca pero lo sufientemente bella para los más selectos, que elegían admirarla desde la distancia para no matar su maravilloso encanto y arrancarlo.

Y asimismo ambas eran iguales. Débiles ante la lluvia, siendo la bella rosa del lienzo ahora solo unos trazos algo difuminados con pequeñas gotas recorriendo la devastada figura mientras, la única rosa del Edén, estaba en medio de hierbas y barro con sus pétalos cubiertos de algunas gotas que se deslizaban a través de su tallo, así, como también quedaban atrapadas en medio de los pétalos más centales, ahogandola y abrumandola en un poderoso anhelo de poder ser ella deseable.

Pequeña rosa, tómalo con calma, que los demás están celosos y quisieran tenerte. Te perteneces a ti misma y aún en lo más profundo de la tierra no habrá algo que se iguale a ti. Sabes que ha pasado mucho tiempo pero eres perfecta a pesar de que tus pétalos caigan uno a uno, serás una en un millón y cuando no quede nada de ti físicamente serás la más bella sensación al pensar en ti detrás de un lienzo, con un pincel, música suave y una hermosa soledad mirando al Edén desde el gran ventanal una vez más donde antes tú estuviste.

One And Only YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora