Hoy un compa me dijo "vení caminemos como si fuéramos novios", y yo "ay si dale", dos pasos y fue un déjà vu desagradable y eficiente para confirmar mí, aún, desagrado a la "relación amorosa". No el desagrado en sentido ingenuo, no no. Desagrado de rechazo, literal me tuve que hacer hacia atrás, odie caminar al lado de alguien porque era mí "pareja", incluso en joda. Pero me desató un sentimiento que desde que estoy sola nunca había aparecido, dedicándome a la actuación y actuando muchas veces que tengo novies, actuando que me cagan a palos, nunca había aparecido. No es asco, tampoco dolor, o por lo menos no ese dolor que está naturalizado en mí cuerpo cada vez que me pasa algo malo/triste, pero estoy segura de que si ese sentimiento apareció es porque la experiencia que tengo de caminar al lado de alguien me genera atadura, distanciamiento del verdadero amor. Paradójicamente puedo confirmar que no era miedo, sino, por un lado, algún lado de mí, tranquilidad, de poder pensar: "es joda, es mentira, esto no está pasando". A veces pienso para entre mí, como dice mí abuela Ena, qué loco encontrar a alguien que me guste y yo le guste y pase algo, surja un sentimiento de amor mutuo. Con esta experiencia del caminar junto a mí amigo veo aún más lejana esa posibilidad. Porque la vida marca, porque soy muy chica, me siento ahora, cada vez más chica. Pero también me siento grande porque escribo esto, y todavía no sé si mostrarlo por las mentes del orto que hay en todos lados. Una marca es una marca. Escribo con un nudo en la garganta ahora mismo. Me empieza a temblar la mano, y no, no necesito a nadie caminandome al lado. Es triste, porque mis papás caminan juntos y se aman. Yo no se como se siente eso, y si alguna vez lo sentí, no lo sentí porque sino algo conocería de ese sentimiento. No sé si concluyo con algo siquiera. Me gustaría dejar un mensaje a todes les que sufren por tener caminandole al lado el sufrimiento (lo que me pasó con mí pobre amigo que quiero mucho). No mirar para atrás, y nunca vas a estar sole. Mínimo estoy yo, que sufrí y sufro ahora ese recuerdo, para darte el hombro.
