• Capítulo 1: Sálvame •
Nada podía calmar el nerviosismo de esa gente, nada, ni siquiera esa luna digna de un cuento infantil, la tensión era tanta dentro de un autobús tan pequeño que parecía que estaba por explotar. Me hubiera gustado ser una de esas personas, si, aunque eso implicaría estar sudando frío, temblando o incluso rezando. Yo en cambio estaba en el último asiento, con mi cabeza apoyada en el vidrio y la mente en blanco, tratando de reconocer lo que ahora sería el sector donde viviría y pensando en mi suerte.
Todo era tan ajeno, era un barrio muy marginal inundado en policías, nada parecido a la casa de mis padres, lo que hace unos meses atrás también era mi casa. Sacudí mi cabeza para dejar de pensar en lo que alguna vez tuve, ahora debería estar agradeciendo de rodillas por tener trabajo en una gran empresa de maquillaje. Admito que nunca considere que trabajar de recepcionista era algo que agradecer, para alguien sin experiencia laboral era un verdadero milagro. De todas maneras, la paga era buena y solo debía preocuparme por mi alimento y el de mis gatas.
Mi gatitas, que ahora mismo deben tener hambre.
Salí del autobús abruptamente al recordar que los platos de mis gatas deben estar vacíos. Me había bajado unas cuatro paradas antes de mi destino y el frío viento me restregó mi decisión en la cara. Sabía que sería difícil encontrar una tienda abierta, considerando que la mayoría cerraba a las ocho y mi celular marcaba las 21:20, aún así camine casi en círculos por los alrededores. 21:30 no era buena idea continuar en la calle, comencé a caminar hacía mi casa. 21:40, creo que los nervios de la gente se me contagiaron, porque ahora de verdad rogaba parar el tiempo. 21:50 pare de correr de golpe al notar una luz, que provenía de una pequeña tienda algo antigua, sin dudarlo un segundo me metí adentro.
El gobierno de corea nos dejo algo muy claro, desde las 22:00 hasta las 5:00 no debemos salir de nuestras casas ¿porqué? A esa hora salen miles de militares, policias y algunos grupos de malditos dementes. Todos con la misma finalidad; acabar con los hibridos. Lo que no era un peligro para la gente de clase alta, que salia de su trabajo a las siete o incluso a las seis, el miedo era para la gente de bajos recursos que solo se les permitía salir a las ocho.
—¿algo más? —negué mientras sacaba mi billetera —¿arriesgaste tu vida solo para comprar comida de gato?Una pequeña risa hizo que levantara la mirada, en la tienda solo había una persona atendiendo, un señor que por su apariencia ya debería estar jubilado.
—es sorprendente lo poco que aprecias tu vida, jovencito
—que usted tenga abierta su tienda no es amar la vida precisamente —otra corta risa salió de aquel señor. Por mi parte me arrepentí al instante por lo que dije, era obvio que no trabajaba en esas condiciones por gusto
—pareces tener la edad de mi nieta —me miro de pies a cabeza —me pregunto porque un chico está trabajando
—bueno hace unos meses estaba en la universidad pero... surgieron algunos problemas —puse los billetes sobre la mesa, pero en cuanto iba a tomar el sobre de galletas, sonidos de lo que parecían disparos me alteraron
—cuando era joven la policía solía proteger a la gente, ahora los matan como si fueran ratas —habló luego de un pesado suspiro
—ellos no son personas
—sean personas o animales, nadie merece morir así —me quedé unos segundos pensando en sus palabras, para luego hacer una reverencia y acercarme a la salida

ESTÁS LEYENDO
𝕶𝖎𝖑𝖑 𝖍𝖎𝖒 |𝙼𝚒𝚗𝚜𝚞𝚗𝚐 ⊹
FanfictionEn una fría y deprimente noche Lee Minho se topa con un peculiar chico, el cuál pertenece a la raza más odiada por casi todo el mundo. Las autoridades de Seúl estaban muy centradas en destruir a los híbridos y a cualquier persona que se atreva a pro...