Trate de dormir, era tarde.
Diez de la noche y mi padre no llegaba, algo normal en el pero lo raro era que no podía ni cerrar los ojos para dormir un poco.
El día había sido muy largo, ya que pasaron muchas cosas, pero lo bueno es que mi almohada me hace olvidar cada cosa que paso en el día.
A Agustín lo olvide, mi pelea con ese tarado también, mi despido ya estaba olvidado, y Anderson... Bueno mi almohada no es mágica y dudo que haga desaparecer de mi cabeza a esa destestable persona.
Me levante de mi cama y busque mi pijama, que llevaba a mis bellos e infantiles unicornios junto a un gorrito muy bonito con un cuerno dorado, era adorable.
Me puse mi tierna pijama, poniendome mi gorrito y bajando las escaleras por un poco de leche caliente... Como la que me daba mamá antes de dormir.
Al igual que ella me ponía una pijama con unicornios, me daba leche tibia, y me arropaba. Contándome un cuento hasta quedarme dormida... La extraño.
Era pequeña cuando murio, pero como olvidar a un ser tan importante para ti.
Subí las escalera y deje la leche en el buró de la cama y actúe como si mamá estuviera aquí.
Me arrope y tome mi vaso de leche.
Mamá me cuentas un cuento - dije tratando de disimular que ella estaba ahí
Claro mi niña - dije fingiendo escucharla.
- Había una vez una linda niña que vivía con su madre en un gran castillo, de donde nunca podían salir, pero eso tenia el lado bueno ya que ellas siempre estarían juntas y jamas se separaron. - empecé a llorar. La extrañaba demasiado. - pero un día invadieron el castillo y la niña quedo sola - dije terminando aquella historia que representaba mi vida.
El castillo mi vida...
Los invasores, los que la mataron...
Y la niña se volvió en una mujer que siempre extrañara a su mamá...
Me arrope nuevamente y trate de dormir, recordé cuando mi mamá y yo estábamos en el parque.
Las risas de los niños, y mi gran algodón de azúcar rosado que mi mamá me compro al lado de mi bello globo rojo.
Mi sonrisa era inmensa al igual que recuerdo el espantoso ruido de una ventana romperse...
Mis sentidos se agudizaron. Me levante espantada y la única visión que tuve fue de mi gran ventana hecha pedazos.
Y que era eso de ahí ¿Un ladrillo? - mire el pesado ladrillo que hacia entre los pedazos de vidrio.
Con cuidado lo sujete y vi la pequeña nota que estaba amarrada ahí.
"Mañana nos vemos preciosa"
De: Robert Anderson...
Salí de mis casa y como lo esperaba el estaba sentado en mi patio delantero.
Si permiso paso al interior de mi casa y yo tan solo quede boquiabierta por su acción.
Linda piyama hermosa - dijo el sentado en mi sofá
Lo se - dije cruzada de brazos - ahora vete.
El se acerco peligrosamente hacia mi y tomo mis manos. Ni siquiera me inmute.
Senti sus labios fríos y gruesos entre los mios.
Eran movimientos apasionados pero suaves a la vez. Mi mano impacto en su mejilla y mis dedos quedaron marcados en ella.
Golpeas bien - dijo arrogante - adiós pequeña nos vemos mañana.
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INFIEL SUELTO
Подростковая литература- Sophia volveré a casarme - dijo mi padre - ¿ Qué? ¿ Con quién? - dije sorprendida. - Con Susan la mamá de Robert. - No, por qué quieres que tenga por hermano a Robert a ese maldito infiel. Robert era el sinónimo de infiel en pocas palabras. El no...