Nadie sabe lo que esconde detrás de esas oscuras gafas...
Jin, aquel chico raro del vecindario se encontraba comiendo en silencio junto con su único y mejor amigo Nam, en el comedor de su casa.
El castaño observaba con detalle a Jin quien no quitaba la mirada de su plato.
—¡Ya se!— exclamó Nam rompiendo el silencio de la casa.
—Eres visco y te da pena ¡Listo! Lo resolví, ahora déjame ver, juro no reírme— alzó su mano en señal de juramento.Jin sin ningún tipo de expresión como de costumbre, dejo de comer, se inclinó en el respaldo de la silla y cruzó los brazos.
—No— dijo con sutileza.
—Vamos Jin— insistió el castaño con molestia —al menos dime ¿Por qué? ; Por qué el misterio, desde que somos niños solo conozco esta parte de ti—Jin suspiro —si te digo la verdad, las cosas serán distintas, ahora no quiero volver a hablar de esto—
Sin decir nada más, Jin se retiró a su habitación dejando solo y confundido al castaño en medio de la soledad.
••••••
Al regresar a casa Nam estuvo pensando acerca de su mejor amigo, la curiosidad lo carcomía y finalmente decidió ir a su escritorio e investigar por cuenta propia.
Entro al buscador y de tantas respuestas una le llamó la atención.
"Ángeles ocultos", aparecía en el encabezado de la página, siguió leyendo y descubrió que son seres que se caracterizan por tener los ojos completamente negros y brillantes. Están ocultos entre los mortales, son angeles que Dios alejó de la guerra eterna entre el bien y el mal, estaban condicionados de ocultar el hecho de ser seres divinos, de lo contrario tendrían que regresar a cumplir sus objetivos en reino celestial. Es el principal motivo para no relacionarse tanto con los mortales.
Nam pensó en lo último, recordó que Jin tampoco tenía más amigos, solo se tenían uno al otro. Pasaron varias horas y Nam se adentraba más y más en la investigación...
—Así que ya lo sabes— una voz ajena hizo que Nam saltará de su asiento, quedando frente a Jin quien había aparecido sin ninguna explicación en la habitación del castaño.
—¿Q-que haces aquí?— preguntó Nam con nervios.
Jin por fin se quitó las gafas dejando ver la obscuridad absoluta de sus ojos, no había pupilas, iris o escalera, todo estaba inundado en ese negro profundo. Nam se quedo petrificado una combinación de sentimientos recorrían todo su cuerpo, todo era confuso pues el no creía en ninguna divinidad, bueno no creía en nada fuera de lo normal.
—vengo a despedirme— Jin se acerco a su mejor amigo, tomo de las mejillas y junto sus labios en un dulce beso. Ahora todo era más claro para Nam, pero a la vez se sintió un idiota al saber que perdería a la persona más importante de su vida.
—lo siento tanto— lágrimas corría por las rosadas y calientes mejillas del castaño.
—Si somos destinados y somos lo que Dios quiere, volveré— por primera vez Jin gesticulo una hermosa sonrisa para el castaño, Se unieron en un último y cálido abrazo y sin decir más aquel ser divino dejo la habitación.
••••••
Han pasado cinco años desde que Jin dejo la vida de Nam.
Él se encontraba triste en su habitación recordando la última imagen de su mejor amigo a quien realmente amaba. Empezó a perder las esperanzas de volverlo a ver, esos cinco años le parecieron una eternidad, ¿a caso tendrá que esperar más?
Varias veces se preguntaba, si algún día se encontraría con él o si aquella escena fue el adiós definitivo, prefería no saberlo y aunque sea mantener esa mentira en su cabeza de que algún día volverá. De tanto pensar finalmente Nam se quedo dormido abrazado a su almohada...
Después de varias horas Nam despierta de golpe y sus ojos se cristalizan al escuchar una voz familiar.
—¡Nam Joon-ah!...—
Y bueno eso es todo, espero que les haya gustado Jah, tenía una historia parecida a esta pero decidí borrarla por qué no me convencía del todo, por ese motivo cambie la historia. ❤️🔥 Espero que le den amorts bayyy ❤️❤️
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| SECRETO DIVINO | • [NamJin]
FanfictionSu única condición de quedarse en la tierra es que su ser amado no sepa la verdad...