Park Jimin es un aficionado con los muñecos extraños, hechos de diferentes materiales. Tiene un lugar escondido donde hace algunas entrevistas para buscar algunos ayudantes porque no puede crear muñecos solo. Es ahí donde conoce a Min Yoongi, un poc...
~Este capitulo puede ser desagradable, inquietante e incluso horrible para todos. Por favor, recuerda que esto es ficticio y sí existen casos de la vida real sobre los abusos. Estás bajo tu derecho y responsabilidad leer este capitulo. Cuyo caso si te disgusta en la forma narrada, con todo respeto, puedes abandonar la historia y no denunciar. ¡Muchisimas gracias!
—Debido a las políticas de Wattpad, las edades que antes estaban propuestas en la historia, fueron modificadas.
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Yoongi salió de su apartamento y se ajustó el abrigo. Apagó su teléfono después de las tantas llamadas de Mingi. Sacó de su abrigo un cigarrillo y buscó el encendedor. Hacía frío en esa época del año y por qué no un cigarrillo. Caminó lejos de su apartamento en busca de un restaurante para comer. A lo lejos, pudo ver uno y caminó hacia él. Empujó la puerta de vidrio haciendo sonar la campanilla. Se acercó a una mesa vacía y se sentó ahí, para esperar el menú.
Minutos después, una chica llegó a su mesa con el menú.
—¿Por qué no habías venido, Min? —preguntó ella. —No te veo desde la preparatoria.
Yoongi ignoró su presencia y se dispuso a ver el menú.
—¿Dónde dejaste a Jungkook? Tampoco lo he visto...
—Tráeme un café con huevos y panqueques. —dijo Yoongi, cerrando el menú y entregándoselo a ella.
La chica castaña hizo una mueca y lo cogió.
—¿Siempre serás así? —preguntó ella. —Eres un idiota, Min.
—Gracias, eso lo sé. Ahora ve hacer lo tuyo.
—Imbécil.
Yoongi sacó su teléfono para distraerse.
Era así desde que salió de preparatoria. No le gustaba relacionarse con nadie que no fuera Jungkook. Odiaba las cenas familiares y más si Mingi estaba ahí. Hace 4 años atrás, Yoongi experimentó un odio a Mingi por haberlo visto tocar a su mejor amigo. En ese entonces Yoongi tenía 20 años, caminaba por los solitarios pasillos de la preparatoria sin terminar, era su último año; cuando varios ruidos, es decir, gemidos combinados con palabras obscenas salían de los vestidores de hombres. Yoongi arrugó el ceño al escuchar dos voces más.
Se acercó a la puerta y la empujó con cuidado y tratando de hacer ruido. Entró a los vestidores y se escabulló por los casilleros, mientras escuchaba con atención los fuertes gritos y gemidos. Yoongi pasó saliva y llegó al lugar en donde se escuchaban con más claridad. Escuchó unos sollozos y se pegó a los casilleros antes de mirar. Sabía lo que estaba pasando. Pero, esas voces se le hacían conocidas. Pasó saliva y asomó su cabeza para mirar.
