Entre cuatro paredes

Capitulo 5.

El compás de la musica alegre no va con el hermoso cuadro de la novia celosa, el novio confundido y la chica intimidada. Sin duda esto no lo vi venir para nada y las piernas me tiemblan como un pollo esquelético, pero como siempre, trato de camuflar lo que siento con éxito y con una agradable sonrisa oculto el miedo que me dio ver a Eleanor escudriñando mi corazón con su mirada penetrante. Mi mirada siempre me delata, como dicen los ojos son la ventana del alma y ese dicho precisamente iba conmigo. Es extraño que ella sin siquiera haberme visto antes pueda leer mi mente, o es bruja o yo estoy pasándome una película de aquellas.

- Encantada, Eleanor - la sonrisa no se borraba de mi cara y trataba de mantener una mirada firme y decidida frente a ella, mirándola a los ojos de la misma manera en que ella lo hacia.

- ¿Te gustó nuestra sorpresa? - Harry llegó en el momento indicado, abrazándome por la cintura delicadamente. Eso fue extraño.

- Si, es muy lindo de su parte - sonreí y vi los ojos de Harry con una expresión cálida, satisfecho con mi respuesta.

- Será mejor que vayamos con los demás - Louis agarró por los hombros a su novia para voltearla hacia el grupo y llevarla de la mano donde estaba el resto.

Su expresión era fría y al parecer le habia molestado un poco que Eleanor hubiese llegado a intervenir en nuestra primera conversación amable. No es que sea paranoica, pero esa chica en serio se puso muy celosa y no era para tanto. No soy una modelo con lindos ojos, hermoso cabello y perfecto cutis, soy la chica que debe dejar el delicioso chocolate para que no le salgan asquerosos granos, con esto quiero decir que no seria la primera opcion de un chico a simple vista y menos de un famoso. No tenia suficiente animo para estar en la fiesta, pero los chicos se esforzaron por mi y dejarlos asi, jamás.

Harry se comportó muy amable conmigo, me presentó a los demás integrantes de la banda y conversamos un buen rato hasta que luego Isa me saco del grupo elite y me llevó donde estaban los de la academia, hasta ese momento ni Louis ni su novia se veian. Realmente son muy agradables, en especial Arthur, Connor, Destiny, Holly y Matthew. Arthur y Connor son de 2do año de Literatura y comparten un piso cerca de la academia. Destiny y Holly están en artes escenicas con Isa, ambas tienen un departamento que comparten con Matthew, quien esta en primer año de Interpretación y composición musical. De inmediato las chicas comenzaron a hacer insinuaciones de Matthew y yo solamente porque teniamos la misma edad y cursamos primer año, el chico estaba callado con una media sonrisa y la mirada hacia cualquier punto que estuviera lejos de mi.

- ¿Lo ves? Mira como se puso - dijo Destiny sonriendo de forma malvada recibiendo una mirada de reojo de parte del mencionado.

- Lo que no sabes, Gaby, es que cuando entraste y se prendieron las luces Matthew de inmediato dijo que eras muy linda - el rostro de Holly tenia una expresión insinuante. Mi respuesta fue mover la cabeza hacia ambos lados como símbolo de negación y una sonrisa de labios juntos.

- Lo dije porque es cierto...- el tono de voz parejo y sereno de Matthew se hizo presente, pero aún seguia con la mirada perdida - ahora dejen de chismear como señoras de barrio y asustar a la pobre chica - el chico de cabello negro con tintes azules abandono el grupo en dirección al refrigerador para sacar una cerveza.

Habían pasado unas cuantas horas desde que la fiesta habia comenzado pero todo ya estaba en desorden. Latas de cerveza que se habian resbalado del basurero en la cocina, restos de comida por el suelo y unos que otros con el trago en la cabeza, que se enforzaban por cantar el karaoke y mantenerse dignos a la vez, mientras los demas disfrutaban el espectáculo. Y yo aún no bebia ni una gota de nada. Todos la estaban pasando tan bien que sentia que desentonaba con tanta alegria y entusiasmo, asi que decidi salir al balcón por un momento dejando el ruido de la musica y las risas atrás, para tener un tiempo a solas conmigo. Abri una de los grandes ventanales para darme paso hacia la pequeña terraza, donde en una esquina una nube de humo y un chico de pelo castaño permanecian en silencio en la oscuridad.