Delirio.
[...]
Los prometidos se encontraban disfrutando de la hermosa vista que les proporcionaba la caída del sol, totalmente sumergidos en su propio mundo pues habían estado muy atareados con la boda y los preparativos. Sí, planear un matrimonio era cansado.
Los largos dedos del menor acariciaron la esponjosa mejilla del castaño, quien tenía cierto destello en sus pupilas pues estaba extremadamente feliz con su vida, pero ¿quién no lo estaría?
Tenía un trabajo estable, buen sueldo, salud, buen aspecto y al mejor prometido del mundo, aún después de mucho tiempo se sentía dentro de una fantasía. No lograba creer que tuviera una vida tan perfecta, o eso es lo que pensaba.- Nammie, te amo demasiado.- murmuró Seok después de observarlo por un buen rato, el mencionado lo miró con sorpresa.
- ¿Y eso? - cuestionó divertido, pues su lindo enamorado había dicho aquello de una forma muy espontánea. Una inocente sonrisa se dibujó en los carnosos labios del mayor, adoraba a Namjoon y si por él fuera lo repetiría cada segundo, pero claro aguantaba sus ganas de hacerlo y prefería decírselo esporádicas veces para no incomodarlo.
- Nada en especial, sólo te amo.- musitó de manera suave, depositando un pequeño beso en el pómulo del moreno, éste disfrutó del dulce toque.
Ese hombre lo volvía loco.- También te amo, Jinnie.- confesó Joon, mientras acariciaba el mentón del castaño. Ambos se dedicaron una mirada llena de amor, juntaron sus labios en un lento, suave y tranquilo. Totalmente tierno, sin segundas intenciones, un momento sólo para la pareja.
Después de unos segundos más se separaron de forma lenta, se miraron y sonrieron, la punta de sus narices rozaban. Sin duda una escena digna de una película romántica. Jin entrelazó su mano con la del rubio, éste regresó la vista al sol que se iba escondiendo poco a poco, el castaño prefería admirar el muy atractivo perfil de su futuro esposo.
No podía creerlo, dentro de un par de días más estaría casado con el hombre más perfecto que podría existir, ¿cómo era eso posible?
- Jinnie, es hora de irnos.- Nam se levantó del césped, limpió un poco sus ropas y después ayudó a su hermoso novio a imitarlo.- Está oscureciendo.- comentó mientras caminaban entre los árboles, entrelazando sus manos y percibiendo al instante el calor que cada uno brindaba.
No pasó mucho tiempo cuando finalmente habían salido de aquel pequeño bosque, llegando al automóvil oscuro de ambos, se instalaron en sus respectivos asientos y partieron hacia su hogar, se encontraban ansiosos por llegar a su habitación. Necesitaban pasar todo el tiempo que podían juntos, era su único día sin pendientes así que no debían de perder tiempo.
Sus manos juguetonas se tocaban mutuamente, sólo caricias, nada más allá de eso. Jin amaba ese tipo de contacto con Nam, también le parecía muy romántico y es por ello que se esforzaba mucho en relajarse y no pensar u oír lo que le atormentaba. Y es que aquellas voces extrañas, repetitivas y hasta macabras, lo seguían desde hace mucho ya. Él creía que sólo era el estrés y se convenció a sí mismo de que esa era la causa, porque vaya que cargaba con el, pero algo no le terminaba de cuadrar.
[...]
- Nammie, no.- rogó Seok.- Basta, me haces cosquillas.- rió, los pequeños y rápidos besos que le proporcionaba el rubio en su cuello, hombros y cara eran muy tentadores. Posó sus manos en los firmes brazos del moreno, tratando de detenerlo en sus acciones.
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Delirio
FanfictionLa vida de Seokjin es perfecta. ー Namjin [One shot] ⚠️ Historia totalmente de mi autoría. No copies ni adaptes sin mi consentimiento. © Portada hecha por mí.