Cuando llegue al instituto, el mundo se me calló a los pies, lo sabia, me quedé contemplando la situación, mi hermana Andrea Tocándose el pelo, mientras le tocaba el hombro a Miguel, Miguel con una sonrisa de oreja a oreja, mirándola.
No podía más mi corazón se había partido en mil pedazos, no lo podía aguantar, y la primera lágrima de muchas calló, en ese momento Miguel se giro.
-Paula te lo puedo explicar todo.-Dijo Miguel corriendo hacia mi.
Yo salí corriendo, lo más rápido que pude, tire todos mis libros de la mano, deje todo tirado, solo pensaba en huir, lejos, lejos de Miguel y de Andrea.
Estaba corriendo más que nunca, me chocaba con todo el mundo, pero me daba igual, no sabia donde quería ir, solo sabia que Miguel iba un par de metros detrás de mi gritando mi nombre.
Solo quedaban dos calles para llegar a mi casa, creía que todo se había acabado ya, pero cuando gire la esquina de la tienda de ropa, cruce sin mirar, y que idiota fuí, un coche negro me golpeó, y me dejo en el suelo tirada y se fué, me quedé tirada en el suelo inconsciente.
-Paula.. Paulaaaa, ¿Paula? ¡PAULAAA!-Dijo Miguel mientras sostenía mi cuerpo que parecía estar sin vida.
-Una ambulancia,¡ LLAMAR A UNA PUTA AMBULANCIA JODER!-Dijo Miguel llorando mientras le pegaba puñetazos al suelo.
